Los quijotes de la empresa
Aunque las películas del espaguetti western rodadas en Almería se hicieron muy populares entre los años 70 y 90, pocas personas conocen que parte de su atrezzo, en concreto los coches tirados por caballos, se fabricó en su mayoría en Láchar. La empresa que los monta, Carruajes Pérez Cervera, pronto se hizo conocida en el mundo cinematográfico y hoy día aún recibe pedidos de distintas partes del mundo. Esta firma es, sin embargo, un ejemplo más de las variopintas actividades empresariales que se llevan a cabo en este pueblo de apenas 3.000 habitantes, donde existen desde compañías especializadas en productos dietéticos específicos para alergias y problemas metabólicos como Sanaví a otras de embutidos y disfraces, pasando por una cooperativa de conservas vegetales, Agroláchar.
«Fundamos la empresa en el año 82 produciendo variedades alimenticias para celiacos, es decir, personas alérgicas al gluten, lo que en aquel entonces suponía una novedad», recuerda la gerente de Sanaví, María del Mar Rodríguez, que tomó el relevo de su padre en la compañía, con 19 personas en plantilla. «Hemos ampliado la producción con otras líneas de alimentos, entre estos, funcionales y sin azúcar para diabéticos, bajos en proteínas para el tratamiento de problemas en el metabolismo, insuficiencia renal o hepática, y especiales para deportistas», detalla Rodríguez, cuya empresa encabeza el sector en I+D+I y «colabora, además, con la Universidad de Granada y el hospital Virgen de las Nieves en investigaciones», precisa.
De ahí que sus gamas de productos, con certificados de calidad, se exporten a la Unión Europea, EEUU, América Latina, Israel, Emiratos Árabes o Egipto, entre otras zonas en las que la saludable sabor de esta empresa lachareña es muy demandado, sobre todo en los hospitales.
A escasos metros de Sanaví se encuentra la fábrica de la familia Pérez Cervera, en cuyo taller se observan distintos tipos de carruajes, algunos en plena fase de montaje. Los hijos de Juan, su propietario, encajan minuciosamente cada pieza, después de darles forma al calor del soplete.
La idea de crear esta empresa, como la mayoría de las iniciativas novedosas, surgió por casualidad. «Trabajaba como mecánico cuando mi jefe me propuso el reto de hacerle un carruaje de época», rememora Juan, que 27 años después aún se sorprende de su destreza -«sin tener de idea»- en la confección del primer vehículo de este tipo que, eso sí, le costó «mucho esfuerzo» y no pocos quebraderos de cabeza. Actualmente fabrica 80 modelos diferentes, que se emplean para el paseo de turistas, ferias taurinas y películas de época. También los diseña ´a la carta´, un ámbito en el que sus clientes no dejan de sorprenderlo. «En una ocasión me pidieron que confeccionara un coche con forma de calabaza, como el de Cenicienta, para una boda gitana», relata.
Al igual que los carruajes de Pérez Cervera se utilizan en todo el mundo -incluso los turistas de Tabasco (México) disfrutan de rutas por la ciudad sobre sus cómodos asientos-, la fama de las conservas vegetales de Agroláchar ha traspasado las fronteras de la provincia. La firma también ofrece trabajo a oriundos de Ica (Perú), país al que encarga la recolecta de espárragos cuando finaliza la temporada en la Vega granadina. La cooperativa, con una gama ecológica de sus hortalizas, elabora conservas siguiendo recetas artesanales que le ha merecido una cartera de clientes fija.
La diferenciación y calidad de sus productos supone su principal baza, como sucede con el resto del tejido empresarial de Láchar, que llegó a tener moneda propia a principios del siglo XX por su importante actividad comercial. El Duque San Pedro de Galatinos, antiguo propietario de las tierras que hoy conforman el municipio, destacó entre sus contemporáneos por su espíritu emprendedor, que le impulsó a financiar el tranvía de la Sierra para comunicar la azucarera del pueblo con las zonas proveedoras de materias primas y los destinos del producto terminado.
Historia. «Quizás por su historia, Láchar ha despuntado en el área metropolitana por su variada industria, una diversidad que merma los efectos de la crisis actual», explica el alcalde, Francisco Javier Montiel (PSOE), que espera que la construcción del polígono en el que se instalará la compañía Dhul «comience cuanto antes», ya que supondrá «otro importante motor de desarrollo económico local».
Mientras tanto, las empresas que integran este pequeño pueblo resisten los malos tiempos gracias a unas ideas que, si bien en otra época se consideraron quijotescas por el delirio que se presuponía a sus autores al arriesgar su capital con tales hazañas, hoy día son un ejemplo de ingenio.
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