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La Universidad de Granada encuentra financiación para la búsqueda de niños

La Universidad de Granada encuentra financiación para la búsqueda de niños

El programa DNA-Prokids de la Universidad de Granada (UGR) ha llamado la atención de la Fundación Life Technologies, la mayor empresa de biotecnología de Estados Unidos, que le financiará con más de 355.000 euros (medio millón de dólares).

La partida se usará para distribuir en los dos próximos años aplicaciones en ocho países, entre ellos, México, Guatemala, Brasil, Filipinas y China.

Ideado por el profesor José Antonio Lorente y el Laboratorio de Identificación Genética que dirige, el sistema Prokids impulsa que cada país cree una base de datos de pequeños que se encuentran fuera del ámbito familiar, ya sea porque han sido acogidos en orfanatos o vivan en la calle. A continuación, se compara su ADN con el de sus familiares.

El principal objetivo del sistema radica en reunificar a pequelos que han sido víctimas del tráfico humano. Una práctica extendida en varias naciones, que adquieren forma de secuestro o adopción ilegal y que afectan a unas 800.000 personas al año, según datos de la UGR.

El proyecto ya ha dado sus frutos. Ha logrado reunir a 202 niños con sus madres en los últimos tres años. Del total, el 90% correspondieron a chavales que se encontraban en casas de acogida mientras que el resto iban a ser dados en adopción ilegal. Devolverlos a su entornos de origen evita, por su parte, que integren bandas de delincuentes, situación que se produce hoy día en zonas de Suramérica y Asia.

La UGR ofrece la posibilidad de efectuar gratuitamente las muestras de ADN a personas que residan en países sin tecnología para hacerlas. Al mismo tiempo, forma a especialistas para que apliquen y desarrollen el programa Prokids.

En la actualidad, la institución académica cuenta en su base de datos con unas 400 muestras de mujeres y más de 600 de niños. Hasta ahora, sólo tres países disponen de un archivo propio: México, Guatemala y Filipinas.

En mayo pasado, Lorente lo dejaba claro. La intención, manifestó, es crear una base de datos mundial. «Cada país realiza la lucha contra el tráfico de menores de forma independiente y casi todas las naciones que sufren el problema apenas disponen de medios», señaló entonces el docente.

Según Lorente, el sistema tiene una «triple misión», la de «identificar a las víctimas para devolverlas a sus familias, dificultar el tráfico de seres humanos gracias a la identificación de las víctimas y obtener información sobre los orígenes, las rutas y la comisión de delitos, claves para el trabajo de las fuerzas policiales y judiciales».

El tráfico de seres humanos es uno de los delitos más frecuentes y lucrativos de principios del siglo XXI. Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), se estima que existen en el mundo unos dos millones de personas víctimas del tráfico de seres humanos.

En recientes declaraciones, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, destacó que «el tráfico de armas, de drogas y de diamantes de sangre lleva años formando parte de los objetivos de las Naciones Unidas» y que es el momento de «añadir a los seres humanos a esta lista».

El programa Prokids cuenta con la colaboración de la Junta, Universidad del Norte de Texas (EEUU) y el Consorcio del Milenio. El patrocinio corre a cargo de BBVA, CajaGranada, Fundación Botín, del Banco Santander, y Life Technologies.

Su mentor, el Laboratorio de Identificación Genética, comenzó en 1998 a colaborar con la Guardia Civil en la búsqueda e identificación de desaparecidos. Esta intercambio le cubriría de una excelente reputación entre las fuerzas policiales y judiciales de todo el mundo. El departamento fue el responsable de los trabajos sobre la identificación de los restos óseos de Cristóbal Colón.

Colabora de forma permanente con los gobiernos de Argentina, Chile, Guatemala y Perú, entre otros, en la identificación genética de desaparecidos, en especial los ocurridos en dictaduras. Su director, José Antonio Lorente, fue el primer alumno no policía en entrar en la academia del FBI y se trata de uno de los docentes de la UGR más requerido en el extranjero.
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