«En cien días se tiene que notar un nuevo aire en el Colegio»
Javier de Teresa, nuevo presidente del Colegio de Médicos de Granada, toma mañana posesión de su nuevo cargo con el reto de convertir el organismo en un símbolo de confianza.
Vicepresidente del Colegio de Médicos de Granada, jefe del área de Digestivo del Virgen de las Nieves y perfeccionista incansable, interesado en la mejora de la relación de médico-paciente, Javier de Teresa asume su nuevo cargo como máximo representante del organismo con entusiasmo y ganas de introducir cambios. El cirujano, con José Antonio Lorente como vicepresidente, quiere generar un diálogo social y acercar el Colegio a ciudadanos, universidades y a los mismos médicos a los que representa.
–Habla del comienzo de una nueva etapa, ¿qué tiene que cambiar el Colegio ?
–El cambio comenzó ya en la votación. En las últimas elecciones, ni siquiera habían acudido doscientas personas. El pasado 3 de noviembre, sin embargo, más de setecientas se acercaron al Colegio a votar, es decir, más médicos se han sentido partícipes de una nueva etapa. Eso hace que tengamos que ser un verdadero órgano de representación y de compromiso con esta profesión, defensores de nuestra deontología.
–Y, ¿cómo va a percibir ese papel la sociedad?
–Lo primero que vamos a hacer es generar diálogo: ponernos en contacto con los representantes de la sociedad, medios de comunicación, la Universidad de Granada y centros de investigación, como el Parque Tecnológico de las Ciencias de la Salud. Vamos a llamar a todo el mundo. En cien días, tenemos que notar que hay un nuevo aire, un colectivo más cercano y transparente.
–Los pacientes reprochan falta de interés y tacto a los médicos, ¿falta humanización?
–La medicina está ahora muy tecnificada, pero no podemos ejercer sin un acto médico, que incluya humanidad con el paciente. Las nuevas generaciones de facultativos están aprendiendo que la medicina significa algo más que ciencia: generar confianza entre el paciente y el facultativo. En este sentido defiendo un acuerdo de mínimos: todos los pacientes merecen un tiempo de atención no inferior a diez minutos. ¡Qué menos! No obstante, no sólo los jóvenes pueden enseñar: tenemos muchos médicos jubilados, con experiencia y sabiduría, que deberían ponerse en contacto con las generaciones jóvenes. Nos gustaría fomentar una relación entre facultativos noveles, con ilusión, y los más experimentados.
–En Andalucía colegiarse no es una obligación en la medicina pública, ¿qué puede hacer el Colegio ante situaciones como los recientes escándalos por el descubrimiento de médicos que ejercían con títulos falsos?
–Nos parece un error que en Andalucía no sea obligatorio colegiarse en la sanidad pública. El Colegio es una garantía de profesionalidad. De hecho, desde el colectivo ya hemos denunciado de forma muy discreta a la Fiscalía de los hechos que nos han parecido denunciables, en el momento oportuno.
–¿Qué papel adopta el Colegio frente a la creciente ‘fuga de cerebros’ entre los médicos jóvenes? –Formarse como médico y más como especialista, cuesta mucho tiempo y dinero. Tanto al profesional como a la sociedad. Por eso, es una paradoja que la gente se marche porque no hay medios, después de tanta inversión. Hay que dignificar la figura del médico, porque hoy en día no está lo suficientemente comprendido. Las agresiones a facultativos son un ejemplo de esta situación. La crispación crece entre los pacientes, porque no conocen la situación del médico.
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