El PP se ´agarra´ al ´valor artístico´ de la escultura
El Partido Popular no ha querido llevar el asunto al terreno de las ideas, algo que a toda vista sería políticamente muy incorrecto, y ha defendido que la escultura que representa los brazos saludando a la romana –el mismo gesto que adoptó el fascismo en sus diversas manifestaciones tanto en la Alemania nazi, la Italia fascista o la España franquista–, posee un «reconocido valor artístico» , algo que, si fuera cierto, podría entrar dentro de las excepciones que contempla la Ley de la Memoria Histórica.
Durante la celebración del pleno del pasado 27 de febrero, el primer teniente de alcalde, Sebastián Pérez, afirmó que «no iba a entrar en ese debate de mirar al pasado» y que «el odio y el rencor no pueden apagar el arte».
Entre los argumentos que el PP esgrime para demostrar el valor de la obra está la concesión del Premio Nacional de Escultura a su autor. Pero, según aseguró la concejal de Izquierda Unida Lola Ruiz, la realidad es que López Burgos recibió este galardón por otra obra escultórica, ´La niña del columpio´, que a tenor del título poco debía tener que ver con la que se exhibe en la plaza de Bibataubín. La escultura galardonada fue donada por la familia de López Burgos a la Junta de Andalucía en 1998, para su depósito en el Museo de la Casa de los Tiros.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, por su parte, convencida de que el valor artístico de la escultura en cuestión es inexistente, encargó a varios especialistas informes al respecto. Estos documentos, que aún no se han hecho públicos, «son demoledores», según el abogado de la asociación, Antonio José Vélez-León. Tanto el realizado por el departamento de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, que firma el catedrático Alfonso Masó, como el elaborado desde el punto de vista patrimonial por el profesor de la UGR especialista en patrimonio histórico José Castillo, «afirman que no se cumple en esta escultura nada para que se pueda denominar obra de arte», asegura Vélez-León, que, además, señala que la pieza de Francisco López Burgos «no aparece ni en guías turísticas ni en los libros de historia del arte».
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