El parque granadino estrena un dolmen inspirado en el conjunto hallado en el silgo XIX en la localidad de Dílar
EUROPA PRESS El Parque de las Ciencias de Granada ha inaugurado este domingo un nuevo espacio expositivo en sus exteriores con un dolmen del Neolítico que trasladará a los visitantes hacia atrás en el tiempo, hasta 5.000 años. El monumento funerario es fruto de un trabajo de investigación desarrollado por el Instituto de Cultura Científica del museo, ExploraLab, y el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada (UGR).
Según informa en una nota el Parque de la Ciencia, el dolmen tiene un diámetro de once metros y las grandes losas de piedra pesan unas 50 toneladas. Está inspirado en el dolmen de Dílar descubierto en el siglo XIX y representa el modelo megalítico de esta zona de Andalucía del Neolítico Reciente y de la Edad del Cobre –milenio IV y III antes de Cristo–.
La reproducción a tamaño real del megalito ha sido «todo un reto» porque «no es una experiencia muy habitual en la arqueología experimental», según explican los investigadores de la Universidad de Granada. Su instalación en el museo responde al interés creciente del público por conocer cómo vivían estas sociedades arcaicas, cuáles eran sus hábitos de relación, su tecnología constructiva y sus ritos y al «éxito» que han tenido diversas actividades expositivas o de formación organizadas por el Parque de las Ciencias en este ámbito, con anterioridad.
El presidente del consorcio y consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Francisco Álvarez de la Chica, ha presentado el dolmen que se abrirá a todos los públicos como un área para «profundizar en aspectos sociales y culturales de la Prehistoria Reciente y mostrar la importancia de la arqueología en el conocimiento del pasado». Además, su creación constituye una herramienta «muy importante» para el ámbito educativo porque en él se abordará una de las principales materias del currículum escolar de forma atractiva y participativa, a través de talleres y elementos expositivos.
Cabe reseñar que los dólmenes aparecieron a finales del Neolítico en la regiones atlánticas de Europa y en la Península Ibérica para albergar enterramientos colectivos. Son construcciones de piedra y tierra y surgieron con los primeros asentamientos permanentes generados por el desarrollo de la agricultura y la ganadería. Las sociedades se hicieron más sedentarias y cambiaron su forma de entender el mundo que les rodeaba. Así evolucionó la religión basada en los astros y en el ciclo solar y, en este contexto, se construyeron grandes templos y los dólmenes, como espacios para enterrar a los muertos y celebrar los ritos funerarios.
Otros de los megalitos que se desarrollaron en el periodo Neolítico fueron los henges, estructuras circulares delimitadas por zanjas y terraplenes; los menhires, grandes piedras verticales hincadas verticalmente en la piedra; los cromlechs, una sucesión de menhires formando alineamiento o círculos; los tholoi, estructuras circulares con falsa cúpula y corredor, y las cuevas artificiales, sepulturas colectivas excavadas en la roca.
Con este proyecto, el Parque de las Ciencias, a través del Laboratorio de Cultura Científica ExploraLAB muestra una vez más su vocación por «aunar ciencia, arte y tecnología para fomentar el interés de la sociedad por la cultura y promover la difusión del conocimiento sin límite de edad».