Inicio / Historico

El Batracio Amarillo, la revista con más querellas, cumple 15 años

Cultura Por fin es viernes Gente Fotos Televisión Programación TV
laopinióndegranada.es » Cultura
Noticia anterior Noticia siguiente
aniversario
El Batracio Amarillo, la revista con más querellas, cumple 15 años
07:59
VOTE ESTA NOTICIA

Enviar

Imprimir

Aumentar el texto

Reducir el texto
La publicación inició su andadura en la Universidad de Granada con una tirada de 91 ejemplares fotocopiados “ilegalmente”.

EFE. Después de quince años de vida, veinte querellas y varios intentos de coacción a sus patrocinadores, el editor de la revista El Batracio Amarillo, Javier Martín, recuerda cómo su padrino artístico, Chumy Chúmez, le reconoció “el extraño honor de tener la revista más querellada de la historia de España”.

El Batracio Amarillo –o la ‘Revista de humor serio para un país de risa’–nació en la Universidad de Granada en octubre de 1994 con una tirada de 91 ejemplares, fotocopiados “ilegalmente” en las copisterías, con el objetivo de protestar por una subida de tasas universitarias y por la aprobación de contratos basura.

“El Batracio era la mejor manera de dar rienda suelta a nuestras incansables ganas de protestar y cuestionar lo establecido”, manifiesta Martín, y añade que, “mientras, a otros les da por estudiar y dejarse de tonterías aunque acaben poniendo tapas en un bar de carretera”.

Precisamente, sus ganas de protestar llevaron a Javier Martín y a Antonio José Martín a tener varios problemas con la Justicia, aunque de las veinte querellas que les han interpuesto sólo han sido condenados en tres.

“Si se tratase de un partido de fútbol habríamos ganado por goleada”, dice Martín, y explica que mientras ellos pagaban su defensa “los otros se defendían con el dinero de las instituciones”. Entre las denuncias a El Batracio, que tiene una periodicidad mensual, se encuentra la que puso un ex alcalde de Motril y su secretario personal por haber sido calificados en la revista como “quisquillosos y esmayaos”.

Sin embargo, Martín recuerda cómo el juez entendió su explicación: “Son típicas y conocidas las quisquillas de Motril, por lo que alguien que se gasta 300.000 pesetas en un almuerzo a base de quisquillas puede etimológicamente ser tildado de quisquilloso y, visto el importe del almuerzo, también se puede decir que estaban ‘esmayaos’”, es decir, desmayados de hambre.

“Allí se rió todo el mundo, tapándose la cara, claro. Un juicio es algo muy serio y los jueces son unas personas con un limitado sentido del humor”, sostiene. Entre las “simpáticas” anécdotas de coacción de la historia de la revista relata cómo el representante de un sindicato de Correos de Granada invitó a los anunciantes de la publicación a que dejaran de patrocinarla porque habían hecho un chiste en el que aparecía un caracol ilustrando el símbolo de Correos y Telégrafos de España.

Sobre sus anunciantes, el editor de la revista subraya que gracias a ellos y a los colaboradores soportan con comodidad “sel asunto ese de la crisis”, y considera que “se anuncian por compromiso con la provincia porque sienten que es el único medio capaz de enfrentarse al poder y salir vivo de tan descompensada batalla”.

Martín reseña el “fuerte compromiso social” de la publicación, que reivindica “la libertad, la paz, el humor y hablar de las tropelías de nuestros políticos locales”, así como “que la gente no sea incapaz de soportar el peso de la libertad”.

Descargar