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Calor para el profesor cañí

Calor para el profesor cañí

El primer docente universitario de etnia gitana de España, el granadino José Heredia Maya, recibió ayer un homenaje de la UGR por su trayectoria profesional y su espíritu combativo

El acto que organizó ayer la Universidad de Granada en torno a la figura del primer profesor gitano de España, José Heredia Maya, fue sobre todo un homenaje a Pepe, como lo llaman los amigos. Porque eso es lo que hubo en la facultad de Filosofía y Letras: muchos amigos, compañeros, familia y admiradores de su obra y su persona que no pudieron contener las lágrimas ante el merecido reconocimiento a más de 30 años de actividad docente y toda una vida de creación literaria y activismo cultural. «Es un acto de cariño a Pepe, de justicia por su trayectoria profesional y de reconocimiento al profesor y al creador, pero sobre todo es un gesto de amistad», comentó el vicerrector de Extensión Universitaria, Miguel Gómez Oliver.

La emotiva ceremonia estuvo presidida por el protagonista, de 62 años, quien a pesar de su delicado estado de salud (como consecuencia de la enfermedad de Parkinson que padece) no quiso perderse su gran día académico, que comenzó –como no podía ser de otro modo– con un corto basado en la exitosa obra de José Heredia ´Camelamos naquerar´, con la que marcó un hito artístico y social por su incorporación del flamenco a la dramaturgia y el rechazo de cinco siglos de persecución a la comunidad gitana. «Pepe ha venido porque ha querido, porque sus pasiones siempre han sido la vida, la familia pero, por encima de todo, el libro», aclaró la esposa del poeta, dramaturgo y ensayista de Albuñuelas, Matilde Moreno, quien agradeció a los presentes haber fijado «un día para el recuerdo», en el cual pueda refugiarse la familia cuando surjan malas etapas.

Pero, sin duda, el momento más emotivo del acto se produjo cuando los hijos del homenajeado, José y Elías, leyeron varios versos de su padre, hasta que una nana de ´Camelamos naquerar´ que José Heredia leía a sus hijos y éstos a los nietos derramó el llanto de los descendientes del escritor, quienes pidieron que la ovación se hiciera extensible también a su madre y profesora de la UGR.

El defensor de la etnia gitana también recibió unas palabras de agradecimiento de un antiguo alumno suyo, Antonio Moreno. «Para mí es sumamente fácil verte como maestro y aún admiro, más bien envidio, aquella pasión por inculcarnos el amor por la literatura y la poesía con la que conseguías entusiasmarnos con cuentos, poemas y obras y despertabas sentimientos olvidados o nunca vividos con una escueta estrofa», comentó el pupilo de José Heredia, ante el asentimiento de los presentes en la sala. una motivación que recuerda al maestro de la escuela de Albuñuelas, Don José, y el cura del pueblo, Don Juan,que, conscientes del potencial de José Heredia, que ya escribía sus primeras poesías en su época escolar, insistieron a los padres del escritor para que continuara sus estudios de Bachillerato y posteriormente hiciera Magisterio y Filología Románica.

«¿Quién no recuerda el taller de escritura poética de José Heredia? Había gente ajena a la Universidad que incluso le pedía asistir a sus clases de oyentes», recordó la profesora de Ciencias de la Educación Catalina González, quien trajo a la memoria las palabras que la mujer del ensayista granadino pronunció en la entrega del premio del Instituto de Cultura Gitana al profesor: «Ha sido tan coherente en sus teorías que tiene el reconocimiento de la comunidad gitana y de la no gitana».

Especial significado tuvieron las palabras del profesor de Filosofía y Letras Álvaro Salvador, quien como amigo, vecino y compañero de estudios, de agitación cultural y de inquietudes literarias, se mostró «muy orgulloso» de haber compartido tantos años junto a José Heredia, igual que Gómez Oliver, quien reconoció ser admirador «de la forma de ser y de estar en la vida» del profesor. «No pudo poner mejor título a la revista en la que coincidimos, porque Pepe tiene la mirada limpia, él es ´La mirada limpia´», apostilló el vicerrector.

Aunque la persona del poeta y escritor centró el discurso del homenaje, tampoco faltaron las alabanzas a la producción literaria del dramaturgo. «Su obra recoge la emoción intensa, el refinamiento artístico y la intención de justicia», explicó el director del Departamento de Literatura Española, Andrés Soria Olmedo, quien hizo llegar a José Heredia todos los mensajes de cariño enviados desde infinidad de puntos de España al homenajeado. Y es que la unanimidad por el reconocimiento imperó nada más surgir la propuesta de la ceremonia. «Todos dijimos que sí a este acto y no es normal que las dos facultades se pusieran rápidamente de acuerdo en hacerle llegar a Pepe la justicia y el agradecimiento que le debemos», añadió la decana de Filosofía y Letras, María Elena Martín-Vivaldi.
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