El odontólogo de la Universidad de Granada alerta sobre los riesgos de interacción de los alimentos con fármacos
«Primero, conoce a tu paciente». Bajo este axioma desarrolló ayer el doctor Gerardo Gómez, profesor de la Facultad de Odontología en la Universidad de Granada, su ponencia sobre «Interacción entre los alimentos y medicamentos», una de las más esperadas dentro del Congreso Nacional para Higienistas Dentales que está teniendo lugar en el recinto ferial. Con una exposición con tintes de show, animó al personal sanitario de odontología a «indagar» sobre los hábitos alimenticios y los medicamentos que toman sus pacientes. «Un estudio asegura que los profesionales sanitarios que menos denuncias tienen son los que más hablan con sus pacientes», argumentó.
El ginseng, los lácteos, otros fármacos, el zumo de pomelo, los hábitos alimenticios, el alcohol. Multitud de factores pueden interactuar con la medicina recetada a un paciente. «Tenemos que hablar con los pacientes, preguntarles sus expectativas, qué toman, qué medicamentos ingieren. Estamos para descubrir, para indagar, si no queremos que el paciente se nos ponga en la consulta a hacer el pino», explicó.
Y, a modo de ejemplo, enumeró varios casos en los que es bueno conocer al enfermo y explicarle todos los detalles a la hora de recetar. El ejemplo de hierbas naturales como el ginseng, el ginkgo biloba o el ajo es singular. «El paciente tiene que dejar de tomarlas dos semanas antes de una cirugía importante para evitar un sangrado excesivo», explicó Gómez. Hizo hincapié en entender el funcionamiento de los medicamentos. «Tenemos que actualizarnos y leer los prospectos», repitió en varias ocasiones.
Expuso el caso de la tetraciclina, un grupo de antibióticos muy utilizados para diversas infecciones. «Siempre se deben de tomar evitando los productos lácteos, que inactivan su efecto», explicó el doctor Gómez. Además habló de los antifúngicos. «Tienen muchas interacciones farmacológicas y es bueno que se tomen junto con alimentos», expuso. No se olvidó de los analgésicos y antiinflamatorios, como el diclofenaco. «Se requiere un efecto rápido para evitar el dolor, por eso es mejor que lo tomen en ayunas», señaló. Las interacciones entre fármacos y entre éstos y los alimentos son importantes y más con «una población envejecida, con más enfermedades y que toma más medicinas». Muchos tienen recetados numerosos fármacos, «el TTB, tratamiento tipo bolsa», en referencia a las bolsas de farmacia repletas de medicamentos. «Y tienen que anotar para qué sirve cada medicamento. Hay que explicárselo», manifestó el doctor Gómez.