67310 Científicos españoles han descubierto que el consumo de melatonina ayuda a regular el aumento de peso porque estimula la aparición de ‘grasa parda’, un tipo de células grasas que quema las calorías en vivo en lugar de almacenarlas. A diferencia del tejido adiposo blanco, que sí almacena esas calorías y provoca un aumento de peso, la grasa parda, también conocida como ‘grasa buena o adelgazante’, ayuda a regular el control del peso corporal, según informa en un comunicado la Universidad de Granada.En un artículo publicado en la revista ‘Journal of Pineal Research’, los investigadores, pertenecientes al Instituto de Neurociencias de la Universidad de Granada, el Hospital Carlos III de Madrid, y el Centro Científico Sanitario de la Universidad de Texas en San Antonio (Estados Unidos), han desvelado por primera vez un enigma hasta ahora desconocido: por qué razón la melatonina tiene beneficios metabólicos como tratamiento antidiabético y antihiperlipidémico.Los investigadores analizaron en publicaciones previas los efectos de la melatonina sobre la obesidad, la dislipidemia, la hipertensión y la diabetes mellitus tipo 2 asociadas a la obesidad en ratas Zucker jóvenes obesas diabéticas, un modelo experimental del síndrome metabólico.A la luz de los resultados obtenidos en su último trabajo, la clave está en que el consumo crónico de melatonina no sólo induce la aparición de esta ‘grasa parda’ en las ratas obesas diabéticas, sino que aumenta su presencia en los animales delgados que se usaron como grupo control. Las células de ‘grasa parda’ se encuentran dispersas en depósitos del tamaño de una lenteja por debajo de la piel en la parte inguinal de ratas obesas diabéticas Zucker.DESDE DENTROLa melatonina es una hormona natural que segrega el propio cuerpo humano y que aumenta sus niveles de forma natural durante la noche (en la oscuridad). También se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la mostaza, las Bayas del Goji, las almendras y pipas de girasol, el cardamomo, el hinojo, el cilantro y las cerezas.Estas observaciones, junto con el elevado perfil de seguridad farmacológica de la melatonina, hacen que esta hormona sea una herramienta potencialmente útil sola o como complemento de la terapia para la obesidad. Dormir a oscuras y consumir todos estos alimentos podría ayudar a controlar el peso y a prevenir las enfermedades cardiovasculares asociadas a la obesidad y la dislipidemia.El estudio, que lidera y coordina el profesor de la UGR Ahmad Agil, demostró que la administración crónica de melatonina sensibiliza el efecto termogénico de la exposición al frío, potencia el efecto termogénico del ejercicio y supone, por lo tanto, una excelente terapia contra la obesidad. Una diferencia clave entre la ‘grasa parda’, que aparece al administrar melatonina, y la ‘grasa blanca’ es que las mitocondrias de células de la primera expresan niveles de la proteína UCP1, responsable de quemar calorías y generar calor.Este estudio ha sido financiado y apoyado parcialmente por el Proyecto Granada Research of Excelence Initiative on BioHealth (GREIB), el vicerrectorado de Política Científica e Investigación de la Universidad de Granada y el grupo de investigación CTS-109 de la Junta de Andalucía.Los autores de este trabajo son los científicos Aroa Jiménez-Aranda, Gumersindo Fernández-Vázquez, Daniel Campos, Mohamed Tassi, Lourdes Velasco-Perez, Tx Tan, Russel J. Reiter y Ahmad Agil.Tras este importante hallazgo científico, los investigadores confían en obtener la financiación necesaria para poder continuar trabajando en esta línea, como señala el principal investigador, Ahmad Agil, «y poder lograr el fin último de este hallazgo: confirmarlo en humanos, administrando melatonina para poder ayudar a combatir la obesidad y diabetes».
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