Las elecciones al Claustro de la Universidad de Granada han resultado un fraude para los estudiantes
¿Como es posible que en unas elecciones no haya ni mesa ni urna para votar? Esto fue lo que alumnos y alumnas nos preguntamos sorprendidos durante las elecciones al Claustro de la Universidad de Granada el pasado 25 de mayo. Casi en la totalidad de las facultades que componen esta Universidad no hubo elecciones donde l@s estudiantes pudiesen elegir a sus representantes. Aquell@s estudiantes que decidimos escapar de ese abstencionismo que profesores y responsables universitarios consideran tan normal, ¡nos encontramos con que no había dónde votar! En 23 facultades, de un total de treinta, no hubo elecciones para el alumnado. En la mayor parte de ellas, debido a que las candidaturas presentadas cubrían con exactitud los escaños libres. En otros centros (Traducción, Enfermería, Ciencias de la Salud, Ciencias del Trabajo…) no se presentó nadie para ser elegido. Ni que decir tiene, que allá donde sí se votó, la participación de l@s estudiantes nunca superó el diez por ciento del censo.
Señor Rector, señores decanos de la facultad de Ciencias, Medicina, Traducción, Farmacia, Psicología… ¿creen que este claustro cuenta con representantes estudiantiles legítimos? ¿consideran normales este abstencionismo y desinterés que por primera vez ha provocado que ni siquiera haya candidatos? ¿piensan ustedes hacer algo al respecto? Nosotr@s, inevitablemente, sí.
Con este escrito queremos denunciar a las autoridades universitarias por convocar unas elecciones ya dentro del periodo de exámenes (cuando la presencia del alumnado en los centros disminuye drásticamente), y por los pocos días -casi secretos y después del puente del 1º de mayo- que se mantuvo abierto el periodo de presentación de candidaturas. Proceso para el que además se requería, sin aviso previo, la aportación de documentos burocráticos nunca exigidos anteriormente. No han querido ponérnoslo fácil, ¿verdad señores?
La última vez que tuvimos noticia de la participación y el interés masivo por el funcionamiento de la Universidad, por nuestro futuro como estudiantes y por el porvenir de la Universidad Pública, fue durante las movilizaciones contra la implantación de la Ley Orgánica de Universidades (LOU). Hoy, en estos días, algunos rectores, decanos, profesores y otras figuras de memoria efímera, nos recuerdan (a través de un gran tópico malicioso y reaccionario) el poco interés que poseemos los jóvenes por cuestiones ajenas a nuestra realidad más directa. Sin embargo, fue su gran sentido de la responsabilidad, del compromiso democrático y el orden, los que nos dejaron en la estacada en el momento más decisivo de la lucha, cuando un gran número de estudiantes, junto muchos otros profesores y empleados universitarios, confiaban en que era posible ponerle freno a las intenciones del Gobierno del PP y de su beata ministra. Con la derrota frente a la LOU, se diluyó nuestro interés por el futuro de la Universidad Pública y sus órganos de gobierno. Dejaron la puerta abierta a la desafección democrática que hoy inunda nuestros centros y ahoga, en su compartimiento más numeroso, la democracia universitaria.
Un asociacionismo universitario sano, no corporativo y con clara vocación social y política, será nuestro principal apoyo contra el vacío que la actual dirección de la Universidad de Granada pretende generar en el seno de la representación estudiantil. Esta fue la lección que aprendimos durante aquellos meses de enfrentamiento con el Gobierno del PP. Por eso, aunque la voz del alumnado no sea hoy fuerte en el Claustro, intentaremos que se imponga en aulas, clases y seminarios, allá donde sí somos, y seguiremos siendo, una mayoría.
Miguel Sanz Alcántara y Rubén Quitante, miembros de la Coordinadora Unitaria de Estudiantes (CUDE) y del Foro Social Estudiantil.
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