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«Ya era hora de que la Universidad se implicase en el problema del botellón»

«Ya era hora de que la Universidad se implicase en el problema del botellón»
El alcalde pide al concejal de Juventud que inicie los contactos para estudiar posibles alternativas para los jóvenes
IDEAL/GRANADA

FUENTE. Antonio Atienza bebe en la primera instalación para minusválidos de Granada. / DIEGO MARTÍN

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El alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP), aseguró ayer que «ya era hora de que la Universidad de Granada se implicase en solucionar el problema del botellón en la capital», después de que el rector de la institución, David Aguilar, dijera el miércoles que no es partidario de los botellódromos como solución a este fenómeno juvenil, y lanzará un ofrecimiento de apoyo al Ayuntamiento y otras instituciones como la Diputación para firmar convenios que fomenten actividades de ocio alternativas.

En declaraciones a los periodistas, el regidor granadino señaló que ha pedido al concejal de Juventud del Consistorio, Juan Antonio Fuentes, «que le envíe una carta a Aguilar para decirle que estamos a su entera disposición para sentarnos con el responsable que él decida con el objeto de ver qué ocio alternativo propone la UGR».

Según valoró Torres Hurtado, «por fin la UGR da un paso a favor de solucionar la forma de divertirse de la juventud de Granada», ya que, según manifestó, «hasta ahora no ha querido entrar en el ajo». «Es un gesto que yo le agradezco mucho al rector. A ver qué tipo de convenio u ofrecimiento nos hace para tratar de sacar a la juventud del botellón», afirmó.

El rector de la Universidad de Granada, David Aguilar, aseguró no criticar la construcción de recintos destinados al botellón porque entiende necesaria la habilitación de zonas de esparcimiento, si bien consideró que éstas deberían destinarse a «circunstancias concretas», como las del Día de la Cruz.

Convenios

El rector de la institución académica mantuvo el ofrecimiento de ayuda al Ayuntamiento y la Diputación para suscribir convenios que fomenten actividades de ocio alternativas vinculadas a la cultura o la formación desde los campus universitarios de Granada. Aguilar también sostiene que mantendrá «contra viento y marea» que los campus «no pueden ponerse al servicio del botellón».

El desencuentro ha sido constante entre las dos instituciones en el asunto del botellón y las medidas para combatirlo.
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