GRANADA
Vascos y catalanes lanzan campus de la salud capaces de frenar al de Granada
Atraerán a 180 empresas biotecnológicas que crearán alrededor de 6.000 empleos Ambos reunirán una inversión económica que superará los 400 millones de euros
RAFA LÓPEZ/GRANADA
OBRAS. Trabajos de construcción en el Parque Tecnológico de la Salud, ubicado en la zona sur de la ciudad. /JUAN ORTIZ
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Al Parque Tecnológico de la Salud de Granada, que hasta ahora ha tenido el terreno más o menos despejado en cuanto a competidores se refiere, le va a salir un grano de consideración en Cataluña. Será un rival que habrá que tener en cuenta, pues se trata de una operación a múltiples bandas lanzada a lo grande: está impulsada por la Generalitat y apoyada por el Ayuntamiento de Barcelona y un sinfín de entidades públicas y privadas entre las que destaca el Parc Científic de Barcelona. Y el Gobierno vasco, por su parte, ha lanzado el llamado programa Biobask 2010, que ya tiene dinero fresco para invertir: 52 millones de euros de un total de 117 previstos para más adelante. Habida cuenta de que el sector biotecnológico no está demasiado extendido, la irrupción del parque catalán y del programa vasco son capaces de suponer un freno al campus granadino.
Los hospitales y las universidades de Barcelona ya habían lanzado un reto a la Generalitat catalana para que impulsase un proyecto de este tipo. La Administración autonómica ha aceptado esta invitación y se ha puesto manos a la obra. De ese modo, prevé atraer hacia este nuevo polo biotecnológico nada menos que a 120 empresas en menos de diez años, lo que supone una gran parte del pastel disponible.
En total, la pretensión es la de crear unos 3.000 puestos de trabajo. Para que se haga realidad, recibirá una inversión aproximada de 300 millones de euros -unos 50.000 millones de pesetas-. Con todo ello, el proyecto catalán pretende convertirse en el punto de referencia del sur de Europa dentro de su ámbito.
Su actividad será la biotecnología, esto es, el uso de células vivas para la consecución de productos útiles. En particular, su campo de actuación será la especialización en medicina clínica con la vista puesta en el salto a la biomedicina molecular.
Vanguardia
Los grandes monstruos barceloneses de esta disciplina estarán presentes en el proyecto. La Universidad de Barcelona -vinculada al Hospital Clínico y al Hospital de Bellvitge, dos de los colosos catalanes-, la Universidad Pompeu Fabra y la Politécnica de Cataluña serán protagonistas del plan, que también contará con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas a través del Instituto de Biología Molecular de Barcelona y el Institut dInvestigacions Biomèdiques de Barcelona.
Eso, por lo que toca a la capital catalana, pero además su área metropolitana se implicará en el proyecto con la participación de la Universidad Autónoma de Barcelona -que tiene su campus en Bellaterra-. Y también el resto de la comunidad autónoma participará con todas las demás universidades catalanas y el Institut de Recerca -Investigación- i Tecnologia Agroalimentàries.
Todo este gran conglomerado, en fin, formará la llama Biorregión, que se convertirá en el gigante de la biotecnología en esta zona de Europa. Si se toma en consideración el modo habitual de los catalanes para ejecutar planes de envergadura -poca polémica, dinero, implicación de todos los sectores, ambición-, pronosticar el éxito de esta iniciativa no parece descabellado.
Referencias
Un ejemplo que puede servir como referencia es el Parc Científic de Barcelona. Creado por la Universidad de Barcelona con el apoyo de la Fundación Bosch y Gimpera y la Caixa Catalunya, sus obras de construcción comenzaron en 1998. En 2003, cinco años después, ya estaba a pleno rendimiento con todos los espacios ocupados. Es más, ya afronta su expansión en una segunda fase.
Este Parc Científic de Barcelona tiene una ubicación envidiable: situado junto a la avenida Diagonal, se inserta en el entorno del llamado Portal del Conocimiento. Actualmente cuenta con laboratorios, empresas y grupos de investigación, servicios de soporte a la investigación o servicios de asesoramiento para la creación de nuevas empresas. En total, ahora dispone de veinte empresas, tres centros de investigación y la llamada Bioincubadora, un centro de formación de nuevas empresas.
Biobask 2010
Con todo, más avanzado que el plan catalán se encuentra el denominado Biobask 2010, lanzado por el Gobierno vasco. De hecho, esta iniciativa preocupa en Granada más que la catalana por su mayor grado de desarrollo. No se trata en este caso de un campus de la salud propiamente dicho, sino de un programa del Ejecutivo de Ibarretxe que se extenderá por todo aquel territorio autonómico. Por ahora el propio Ibarretxe ha inaugurado ya, precisamente la pasada semana, uno de los edificios emblemáticos de este plan, el llamado Biogune, ubicado en el parque tecnológico de Zamudio (Vizcaya).
Euskadi pretende lanzar al máximo el sector biosanitario con el Biobask 2010, que previsiblemente atraerá hacia el País Vasco a unas 60 empresas en total -ya hay unas 20 en marcha- y creará unos 3.000 puestos de trabajo.
El Gobierno vasco destinará 50 millones de euros hasta el año 2007 para impulsar el sector de la biotecnología. Según sus cálculos, ese dinero será capaz de movilizar otros 170 millones de euros procedentes del sector privado, de la universidad y de los centros tecnológicos vascos.
De esa forma, sector público y privado se están dando la mano para formar lo que allí ya llaman la región biotecnológica. Por ejemplo, además de la citada instalación de Zamudio también se ha inaugurado el Centro de Desarrollo Tecnológico de la Fundación Leia, abierto en el Parque Tecnológico de Miñano, en Álava el pasado invierno. Según dijo el entonces portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, «las instalaciones albergan los mejores laboratorios de Europa» y un equipo compuesto por más de 100 investigadores en total que trabajarán con las empresas vascas en el campo biosanitario y medioambiental
A estas dos grandes iniciativas catalana y vasca se agregan otras de menor enjundia pero también rivales del Parque Tecnológico de Granada: son los casos de Alcorcón -justo al lado de Madrid- y Navarra, que proyecta también una región biotecnológica.
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