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Un nuevo reino para la ‘Monarca’

Está incluida entre las mariposas diurnas más llamativas y de mayor belleza de todo el mundo, e incluso cuenta, en el centro de México, con un territorio declarado como Patrimonio de la Humanidad por ser su lugar de migración favorito. Se llama Danaus plexippus, conocida en todo el mundo como mariposa Monarca. Aunque fue detectada en el sur de España a final de los 80 y en Motril en los noventa, no es hasta ahora cuando se puede considerar que esta mariposa de gran envergadura, diez centímetros, ha colonizado y se ha quedado a vivir en territorios de la Costa Tropical, sobre todo en Motril, Torrenueva y Salobreña, pero también en algunos puntos entre Almuñécar y Nerja. Son poblaciones que se suman a las que ya se habían confirmado científicamente en Cádiz y Almería.
La pregunta es evidente. ¿Cómo puede llegar a España una mariposa que tiene su origen en Canadá y el norte de Estados Unidos?. Según los entomólogos la respuesta no está en su capacidad migratoria, con la que cada año se desplaza hasta el centro de México a pasar el invierno, sino por traslados accidentales de sus larvas, crisálidas, e incluso imagos (ejemplares adultos) en cargamentos de plantas y maderas de los bosques americanos donde habita, posiblemente a las islas Canarias y al continente africano, desde donde sí es posible la migración hacia Europa.
Alberto Tinaut, entomólogo y catedrático de Zoología de la Universidad de Granada, afirma que la presencia de Danaus plexippus en la costa granadina está directamente relacionada con la existencia de su planta nutricia principal, Asclepias curassavica, conocida como flor de la seda y banderita de España, porque es roja y amarilla. Estas plantas se repartieron hace unas décadas por diferentes parques y jardines del sur de la península. La existencia de esta especie y la ausencia de heladas en territorios costeros del sur, han propiciado que la mariposa Monarca, no solo pueda alimentarse para seguir su camino, sino que se quede a vivir en ellos y pueda formar colonias estables.
A pesar de que las referencias iniciales son de los años 80, la mariposa Monarca, desapareció del sur de España (la primera colonia citada fue en Almería) al comenzar la década de los noventa. No hubo más citas. Volvió a verse entre 2001 y 2005, época en la que ya se constataron como fiables y con posibilidades de convertirse en estables, las colonias de Motril y Almería, además de las que se detectaron en Cádiz. El entomólogo Felipe Gil, aporta una de las claves para esa vuelta con más fuerza: «Danaus plexippus se adapta a una planta autóctona del sur de España y la convierte en su planta nutricia en Europa». Se trata de una especie muy extendida en las zonas de invernaderos y espacios con cañaverales de Almería y Granada, Cynanchum acutum. El hecho de que la Monarca pueda alimentarse de una planta que no sea la de la seda, aporta muchas posibilidades para convertirse en una especie permanente en Andalucía y España. El ministerio de Medio Ambiente la reconoce como ibérica y la tiene catalogada en el Libro Rojo de los Invertebrados con la categoría de ‘Vulnerable a la extinción’.
En la Sierra
Los autores del libro ‘Mariposas de Sierra Nevada’, aseguran que no se ha visto en el macizo montañoso, «aunque sí se ha detectado la presencia de otra especie de Danaidae que generalmente acompaña a la Monarca, Danaus chrysippus (Mariposa Tigre), por lo que no sería extraño que pudiese citarse en cualquier momento, aunque tendría que ser en altitudes bajas y medias», dice Ignacio Henares, coautor de este libro y conservador del Espacio Natural de Sierra Nevada. Javier Olivares, especialista en lepidópteros considera que la altitud y las heladas son factores determinantes que harían difícil una colonia estable». Otro de los coautores, coordinador del Libro Rojo de los Invertebrados de Andalucía, José Miguel Barea, señala que la nueva planta nutricia, Cynanchum acutum, está en el parque, por lo que sería factible verla en algún momento, de forma esporádica. De hecho, dice, se ha visto en la Sierra de Baza, y «no sería extraño verla también en Sierra Nevada».
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