Inicio / Historico

Un museo siempre abierto y gratis

VIVIR
VIVIR
Un museo siempre abierto y gratis
El libro GranadaGraffiti: 2005-1989, ilustrado con 700 fotografías, ofrece un recorrido por las mejores obras de arte callejeras de la ciudad
MARÍA RUIZ //FOTOS: ÓSCAR CHAMORRO/ GRANADA

CALLEJÓN PRETORIO. La realidad, vista desde la perspectiva artística de Reno.

ImprimirEnviar

EL arte prehistórico consistía en graffitis hechos con pigmentos naturales». El argumento para defender, una vez más, que los graffitis son un arte lo ofreció la diputada de Servicios Sociales, Olga Manzano, durante la presentación del libro GranadaGraffiti: 2005-1989. La publicación de la obra -de la editorial El Lunes- ha generado una semana repleta de exhibiciones de graffiteros, grandes murales, explicaciones sobre su argot y hasta algún altercado con agentes de la Policía.

Ayer, sin embargo, las polémicas se esfumaron para que la presentación del libro fuera todo un éxito. Los apoyos los ofrecieron la diputada y el especialista en Arte Contemporáneo de la Universidad de Granada, Rafael López. Y así, todos contentos.

La puesta de largo del libro se hizo en el Palacio de los Condes de Gabia y la Diputación dio ejemplo cediendo los muros del patio interior de este edificio para que los escritores -los que pintan graffitis-, muestren todo su arte.

Un museo abierto

El libro representa un trozo de la historia reciente y, como no podía ser de otra manera, se traduce en fotografías. Más de 700 imágenes ofrecen una guía museística por las calles de la ciudad para poder disfrutar de un arte perecedero, pero de una calidad cada vez menos cuestionable. Algunos de estos cuadros callejeros dejaron lugar a obras nuevas, porque uno de los ejes de la filosofía graffitera consiste en no consagrar demasiado ninguna pintura y dejar que la imaginación de otros compañeros sustituya arte por arte.

Se mueven por zonas pero llegan a todos los rincones de la ciudad. El domingo, el grupo de organizadores de la semana del graffiti liderados por Raúl, El niño de las pinturas, pretendía hacer junto a todos los interesados una ruta por las mejores obras que decoran las paredes granadinas. No pudieron, aunque dejan las mejores anotaciones en el libro que presentaron ayer. No discuten si hacen o no arte -ellos lo tienen claro- pero ofrecen las indicaciones justas para que todo el mundo juzgue y los graffiteros dejen de estar perseguidos.

El Realejo, un feudo

Cualquier edificio que se abandone, muro que se desconche o plaza sin dueño se convierte en el lienzo de estos graffiteros. En su museo particular se han expuesto miles y miles de obras de arte que van más allá de trazos de color sin sentido. Aunque su feudo está en el Realejo.

La Biblioteca de Andalucía ha exhibido desde una Estatua de la Libertad a un barco entrando a puerto en una ciudad desconocida. Pero muchas otras paredes ofrecen arte. Los graffiteros recomiendan las pinturas de la cuesta de Cervezas Alhambra, del antiguo Los Cármenes, la Cuesta Escoriaza, la calle Horno de Abad o la estación de autobuses. En la edición de este libro, y para que quede en el recuerdo, se muestran las mejores obras desde que nació el graffiti granadino: 1989.

Descargar