– Un grupo de estudiantes asalta la Facultad de Ciencias Políticas y destroza el mobiliario.
Durante varias horas los jóvenes no dejaron entrar a nadie en el centro El edificio amaneció ayer con las paredes pintadas y otros desperfectos.
Asalto y/o secuestro en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Granada (UGR). No es un título de ninguna investigación, tesis o programa de innovación docente. Son los hechos que ocurrieron en el centro de la calle Rector López Argüeta el jueves por la noche. Un grupo de entre cincuenta y sesenta estudiantes tomó el centro universitario. Cerró las tres entradas con cadenas. Intentó boicotear el proceso electoral que se estaba celebrando para elegir la junta de centro y rompieron máquinas expendedoras, hicieron varias pintadas en las paredes y taparon las cámaras de seguridad.
El grupo de estudiantes que tomó la facultad venía de la manifestación contra el plan Bolonia que recorrió varias calles de la capital. Tras el recorrido y según algunas fuentes, intentaron entrar la sede del Rectorado -Hospital Real-, pero no pudieron y los jóvenes se desplazaron a Políticas. Eso fue pasadas las 21.00 horas. Cerraron las tres salidas que tiene el centro con cadenas y durante un tiempo no dejaron ni entrar ni salir a nadie.
Tras varios momentos de tensión y de confusión empezaron a dejar salir gente. Entrar no lo permitieron hasta mucho más tarde. El vicerrector de Extensión Universitaria, Miguel Gómez Oliver; y el gerente, Florentino García Santos, no pudieron entrar a hablar con ellos hasta pasadas las 1.00 horas. El afán de los manifestantes era que el Rectorado se posicionara contra del Espacio Europeo de Educación Superior.
Policía
Durante las ocho horas del asalto ocurrieron hechos muy graves. Pintaron varias paredes del centro en las que dejaron frases como: «No a la mercantilización». «No a Bolonia». «Cuanta mierda hay en el mundo». «Los perros salvajes quieren libertad…». Arrancaron las máquinas de refrescos que en algún momento utilizaron para atrancar las puertas y esparcieron papel tanto por la primera como segunda planta.
Hubo tensión dentro y fuera. El grupo de manifestantes -que no fueron todos los que participaron en la protesta por las calles- incluso intentó interrumpir el proceso de recuento de las papeletas de las elecciones a junta de centro que se celebraron el jueves. El personal que estaba participando en el recuento se tuvo que encerrar en el decanato. Hubo golpes en la puerta, que por supuesto, no se libró de la pertinente pintada de No a Bolonia.
Fue en este momento, cuando en palabras del vicerrector Gómez Oliver -fue en representación del rector que ayer no estaba- hubo más «peligro». También fue ese el instante en que se le dijo a la policía, según el vicerrector, que estuviera más alerta. Si bien, las fuerzas de seguridad no intervinieron ni entraron a la Universidad «en ningún momento».
Es más, según expone el mandatario universitario cuando los manifestantes abrieron las puertas pasadas la una de la madrugada fue porque se habían comprometido a que no habría desalojo policial ni tampoco se ficharía a nadie. Los antibolonia taparon las cámaras de seguridad de la facultad con bolsas, pero «puede que haya algo grabado» porque lo hicieron pasadas las diez de la noche.
En esos primeros momentos también hubo tensión entre los que estaban dentro y los que estaban en la calle. Así, ayer algunos dejaron claro que no todos los jóvenes antisistema y antibolonia compartían el modo en que se había actuado. No todos estaban de acuerdo en que ese fuera el sistema para llevar a cabo las cosas. Conscientes, según comentaban algunos ayer, de la credibilidad que puede restarles. Si bien, algunos creen que no es así.
En el encuentro que mantuvieron pasadas la una de la madrugada con el vicerrector y el gerente los estudiantes les pidieron en primer lugar que el Rectorado se posicionara en contra del proceso de Bolonia. A eso añadieron otros dos puntos más; el primero fue la suspensión de los programas piloto de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, y el segundo, un paro académico para debatir sobre el proceso de convergencia.
Sobre el paro académico que vienen reivindicando desde hace meses e incluso años, Gómez Oliver respondió ya que no. Sí se ofreció para que haya debate dentro de los órganos de representación universitaria. El vicerrector aclaró que los manifestantes tampoco pidieron en ningún momento reunirse con el rector ni con el vicerrector del área -ayer estaba de viaje en el extranjero-. Gómez Oliver estuvo esperando en el Rectorado antes de que sucedieran los incidentes por si quería subir alguna comisión a dialogar con ellos y tampoco fue nadie.
Disputas internas
Los docentes, alumnos y personal de la facultad y del Rectorado coincidieron en que se vivieron momentos de gran tensión. Este centro universitario es muy activo y participativo, pero nunca se había dado una situación como la de ayer de pintadas y destrozos en el interior del edificio. Ha habido encierros nocturnos, incluso de algunos de los grupos que estuvieron en el asalto, pero anteriormente habían sido bastante más pacíficos.
Por eso, la noche del jueves se vivieron situaciones bastante surrealistas. Las tres puertas estaban totalmente cerradas. El vicerrector se negó a entrar hasta que se quitaron las cadenas. Cada vez que alguien quería salir debían llamar a quienes tenían las llaves. Entre los propios manifestantes había tensión. Tras lo sucedido, en los pasillos de la Facultad de Políticas no se hablaba ayer de otra cosa. Había alumnos que se mostraban bastante disgustados porque hubieran dañado la imagen del centro. «Al final quienes vamos a tener que pagar los desperfectos vamos a ser nosotros». No entendían que esta fuera la manera de llamar la atención ni criticar un «proceso que puede tener muchos inconvenientes, pero estos no son modos».
Sobre si quienes asaltaron el centro eran o no universitarios, jóvenes de alguna tribu urbana y no estudiantes también hubo debate. Quienes los vieron dicen que había de todo y por supuesto había alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y de otras facultades y escuelas de la UGR. La manifestación en la que participaron previamente contra el plan Bolonia porque dicen que «va a privatizar la Universidad, desaparecer carreras…», estaba convocada por colectivos estudiantiles, antisistema, entre otros.
En la facultad estaban ayer valorando qué les puede costar los desperfectos. Por su parte, el Rectorado envió un comunicado lamentando los incidentes acaecidos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, protagonizados por un grupo de personas que, «sin utilizar el diálogo democrático para sus reivindicaciones, penetraron en el centro para alterar el derecho de los miembros de nuestra comunidad universitaria a ejercer libremente su opción». El recuento de papeletas se terminó tal como estaba previsto, eso sí con encierro incluido.
La noche -salieron pasadas las cinco- y la facultad no terminaron muy bien.
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