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Un estudio revela que tres copas de vino en la comida darían negativo en un control
La Universidad de Granada ha hecho un test que constata este resultado en el 100% de los hombres y el 80% de las mujeres que han participado Influyen diversos factores como la masa corporal o el hábito de beber
ALFONSO JÓDAR/GRANADA
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Un estudio de la Universidad de Granada revela que una persona que tome tres copas de vino o, equivalentemente, tres tubos de cerveza, da negativo en un control de alcoholemia, siempre y cuando estén acompañados de comida. El test se ha realizado a un total de ochenta personas, en su mayoría hombres de poco más de 20 años. Los datos que se han recogido son la edad, el sexo, el peso y la altura, la posesión o no del permiso de conducir, la frecuencia con que cogen el coche, o la cantidad media que beben las personas que se someten a la prueba, tanto a diario como en fines de semana.
En hombres no se ha registrado ningún caso que haya dado positivo con esa cantidad de alcohol, mientras que en mujeres, a los quince minutos después de haber tomado la última copa, dan positivo un 35%, cifra que baja hasta un 20% a la media hora.
La investigación se ha realizado en la sección provincial del Instituto Andaluz de Criminología. Jesús Barquín, director del centro y responsable del proyecto, señala que se «se mide cuál es la respuesta en el etilómetro en periodos de 15, 30, 45 minutos o una hora y se anotan los resultados, junto con las percepciones subjetivas que cada uno tiene según pasa el tiempo».
El límite permitido por la ley se establece en 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, ó 0,25 miligramos de etanol por litro de aire expirado. Barquín afirma que «en una mayoría abrumadora de los casos, ingerir tres tubos de cerveza o tres copas de vino cuyo contenido en alcohol sea equivalente, no da positivo en un control de alcoholemia, excepto en algún supuesto aislado de chicas».
También se han realizado pruebas de control con grupos que no hayan comido. Esta comparación, según el responsable del trabajo, «muestra que el índice de alcoholemia es muchísimo más alto, aproximadamente el doble, si se ingiere el alcohol a palo seco».
Provisionales
Jesús Barquín indica además que «los datos provisionales muestran que los resultados en la prueba de alcoholemia de las mujeres son sistemáticamente más altos que los de los hombres y pueden incluso doblar el porcentaje».
El sistema de medición es muy complejo. En cada sesión participan quince personas, de las que se debe realizar un control exhaustivo de lo que comen y beben. Se les suministran las dosis al mismo tiempo reproduciendo las circunstancias habituales de un aperitivo o de una comida a mediodía».
El profesor Barquín señala como otra conclusión que las variaciones entre unas personas y otras son enormes: «Después de ingerir tres cuartos de litro de cerveza o casi media botella de vino de doce grados, nos encontramos desde gente que da cero o 0,003 miligramos de etanol por litro de aire expirado, hasta el caso extremo en alguna chica de 0,33 miligramos por litro de aire expirado a los quince minutos».
Según Barquín, los resultados, aunque son preliminares, «son significativos, aunque todavía no tenemos todavía tabulados todos los datos, ya que habrá tendremos que cruzarlos con los relativos a la constitución física de cada uno, a la habituabilidad en el consumo de alcohol y, sobre todo, ampliar el número de chicas, porque tenemos pocos, hasta ahora». A pesar de ello se puede constatar que influye el peso y la altura.
Tranquilizar a la gente
Una de las razones que han motivado esta investigación, según sus responsables, es tranquilizar a la población, en el sentido de que se puede disfrutar de un aperitivo acompañado de tres copas de vino o tres tubos de cerveza (no más), y no preocuparse luego a la hora de coger un coche. No obstante hay excepciones que sí han dado positivo en el control de alcoholemia.
También se ha controlado a chicos que han consumido hasta 4,5 tubos de cerveza (un litro aproximadamente) o su equivalente en vino (poco más de media botella) y la mayoría ha dado negativo al hacerles la prueba del alcoholímetro. Sólo un 20% ha dado positivo) y muy ligeramente por encima del límite permitido.
En cuanto a la percepción de cada una de las personas, Jesús Barquín destaca que «no necesariamente hay una correlación entre la sensación que uno tiene de estar mareado y el índice que da». Por esta razón, no existe correlación entre las sensaciones de mareo y el porcentaje de alcoholemia. Otro factor para medir es si hay relación entre la gente que asegura notar menos los efectos del alcohol, con los que son bebedores habituales.
Las bodegas granadinas Calvente y Señorío de Nevada han contribuido a la realización de las pruebas. El estudio, que ha contado con la colaboración de la jefatura de tráfico y la policía local de Granada, se va a ampliar gracias a la concesión, por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología, del proyecto de investigación y desarrollo, Delitos contra la seguridad del tráfico: análisis dogmático, criminológico y político-criminal, que está dirigido por el profesor de Derecho Lorenzo Morillas, antiguo rector de la Universidad de Granada. Se pretende ampliar el estudio hasta 200 muestras y complementarlo con otras