OPINIÓN
TRIBUNA ABIERTA
Paz y desarme cultural
JOSÉ M. CASTILLO/ALFONSO BERRIDI
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EL título de este artículo es exactamente el mismo de un libro que, hace unos años, publicó Raimon Panikkar. Mañana, día 29, para clausurar el curso sobre Paz y Ética mundial que este año ha organizado el Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada, el profesor R. Panikkar pronunciará una conferencia sobre este tema. No es ninguna exageración decir que la presencia y la palabra del profesor Panikkar será un acontecimiento cultural importante en nuestra ciudad. Nacido en Barcelona en 1918, hijo de un industrial indio radicado en Cataluña y de madre catalana, y con una sorprendente vitalidad, R. Panikkar es doctor en Filosofía (Madrid), en Química (Madrid) y en Teología (Roma). Ha enseñado en las principales universidades de América, Europa y la India. Concretamente, en la Complutense de Madrid, en la de Montreal, en Varanasi y Bangalore (India) y en California (Santa Bárbara). De 1960 a 1963 enseñó Filosofía de la Religión en la Universidad de Roma. A partir de 1966, fue nombrado profesor de la Universidad de Harvard y durante dos décadas se dedicó a la investigación y la enseñanza en Estados Unidos y la India. Ha publicado más de cuarenta libros y cerca de mil artículos en revistas especializadas y de divulgación. Un currículo que pocos intelectuales pueden presentar en este momento.
Pero lo más importante que nos puede aportar la presencia del profesor Panikkar no es su enorme acumulación de saberes, sino la síntesis que representa su vida. Fiel a sus raíces, este hombre singular ha sabido armonizar la tradición intelectual de Occidente con la tradición mística de Oriente. Como él mismo ha dicho, «los más de diez años de mi vida a orillas del Ganges, durante los cuales viví la condición humana en su forma más desnuda, influyeron poderosamente en mi vida. Descubrí que la humanidad es plural, que el etnocentrismo occidental es sólo una perspectiva minoritaria. Vi cómo puede vivirse la vida en plenitud cuando hay fe, aun con muy pocas comodidades».
Y aquí es donde Raimon Panikkar tiene algo importante que decirnos. El profesor Hans Küng, que en el pasado mes de noviembre abrió el Curso que ahora vamos a clausurar, ha dicho recientemente: «En este cambio epocal de paradigma en que se encuentra el mundo, su política, economía y sociedad, ¿no deberíamos buscar urgentemente en los fundamentos espirituales de la humanidad al menos una orientación fundamental para el presente en perspectiva de futuro?». La pregunta es de una actualidad apasionante. Pierre Hassner, en su reciente estudio sobre El terror y el Imperio (La terreur et lEmpire, Paris, Seuil, 1993), ha dicho que «hoy asistimos a dos ofensivas, que cada una se ve a sí misma como una contra-ofensiva: la de la djihad islámica, que se concibe como una reacción a la invasión de la modernidad y a la nueva colonización, y la de una América que, atacada y golpeada en pleno corazón, encuentra en su vulnerabilidad misma y en su necesidad de revancha el reactivo para una empresa ofensiva y misionera que apunta a la destrucción de sus enemigos».
El hecho es que la sedicente cultura global, que se nos ha impuesto, es de una violencia sencillamente aterradora. La paz, por tanto, puede venir al mundo solamente como fruto de un auténtico desarme cultural. El problema está en que cuando, nos integramos en una determinada cultura, existe el enorme peligro de que hacemos nuestros los criterios y valores de esa cultura. De manera que llegamos a ver como la cosa más natural del mundo lo que en la cultura se hace y se vive. Ahora bien, lo trágico del momento actual está en que es ya demasiada la gente que se ha identificado con la cultura de la violencia. Por eso es demasiada la gente que ve con toda naturalidad que se responda a la violencia con más violencia. De ahí que todos estamos asustados, pero no sabemos cómo salir de esta espiral de agresiones, muerte y destrucción en que vivimos. Po