Inicio / Historico

Toda una lección

EDICIÓN IMPRESA
Provincia
Toda una lección
El empeño de una maestra rural permite a una niña enferma de Cádiar recibir clases en su casa a través de videoconferencia

Y FAMILIA. Junto a sus hermanos, Rafael y Alba María.

ImprimirEnviar

Publicidad

UNA niña de once años con un tumor cerebral y un nivel de defensas tan bajo que se vio obligada a no salir de casa. Una ceguera causada a raíz de una operación que le cortocircuitó su relación con el mundo externo. Una maestra del colegio público Río Chico de Cádiar, Alicia Mayobre, que no cejó en su empeño de que esta niña no se aislara del colegio y sus compañeros e ideó la creación de un circuito cerrado de televisión para que la escuela siguiera siendo parte de su existencia; un profesor del hospital Materno Infantil, Antonio López, que ha realizado sobre este caso una tesis doctoral sobre La escuela en casa: atención a sujetos con discapacidad visual por enfermedad, pionero en España, y unos padres, Mª del Carmen y Rafael que conocen las lágrimas por el destino de su pequeña y la sonrisa de quienes tienen esperanza.

Todos ellos y algunos más, como Concha y Juan Carlos profesores de la ONCE, son los grandes y anónimos protagonistas de una historia que comenzó en la localidad alpujarreña de Cádiar en 2003 cuando a Mª Carmen Maldonado Moreno, en aquel entonces con once años, acudió al oculista creyendo que necesitaba gafas y, al final, le diagnosticaron que su falta de visión se la provocaba un tumor en el cerebro que urgía una operación. «Si doloroso fue saber que nuestra hija tenía un tumor mucho más lo fue cuando, al salir del quirófano, supimos que se había quedado ciega aunque, poco a poco, va recobrando la vista», afirma Mª Carmen, su madre, que recuerda aquel amargo día en el que su hija, en camilla, se puso a cantarle una canción de Chenoa para que no llorara.

Seguir aprendiendo

Cursaba sexto de Primaria. No podía ir al colegio y, además, tenía limitada la visita de sus compañeros por temor a que algún virus afectara sus bajas defensas. Pero allí estaba Alicia, su maestra, que tras terminar su jornada en la escuela, acudía diariamente a enseñarle en solitario lo que a otros en colectivo, para que no se hundiera en el catastrofismo de quiénes se ven solos y aislados en una cama. Era, es, sólo una niña. Y, ella, una gran maestra que desde Aguadulce (Almería), donde ha sido destinada, sigue resolviendo día a día las dudas de su antigua alumna.

Fue precisamente Alicia Mayobre, gallega, quien ante la carencia de ADSL en Cádiar se movilizó para disponer de una línea de fibra óptica que permitiera crear un circuito cerrado de televisión por el que Mª Carmen oyera, hablara y hasta jugara con sus compañeros de clase y éstos, a su vez, también lo hicieran a través de la pantalla instalada en el aula.

La ceguera de la pequeña le obligó, además, a tener que aprender el Braille y, poco a poco, aprender nuevos códigos de comunicación. Según Antonio López «la importancia de la videoconferencia radicaba en que la niña podía participar del ambiente de la clase (donde el sonido para ella adquiría una importancia trascendente debido a su ceguera), permitiendo conectarla con la colectividad y, a éste, con ella».

Vuelta a la cotidianeidad

«Desde el punto de vista pedagógico, la repercusión de esta experiencia estribó en la vuelta de la niña a la cotidianeidad y a la inclusión social», según el investigador de la UGR. El hecho de que sus cibercompañeros pudieran verla a través de una web cam le obligaba «a madrugar, a arreglarse de forma coqueta y seguir un horario reglado todos los días: la niña no podía ir a la escuela, pero la escuela logró ir a su casa. La joven recuperó así la motivación (obteniendo unos excelentes resultados académicos), salió de la fuerte crisis en la que se encontraba y hoy día estudia Secundaria en el Instituto de Cádiar, además de aprender guitarra.

-«¿Qué quiero ser de mayor?. Pues maestra de la ONCE».

-«¿Y que le diría a otros niños que están como yo?. Que no se vengan abajo. Que no estén tristes. Que siempre habrá alguien que quiera ayudarlos».

Descargar