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Se acerca el momento de la verdad

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Se acerca el momento de la verdad
En tres semanas la Universidad realizará unos 250.000 exámenes y los profesores deberán emplear el equivalente a 5.200 días para corregirlos

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LOS estudiantes llenan desde hace días las salas de estudio y las bibliotecas. En los pasillos y reprografías se repiten las escenas de cambio y comprobación de apuntes de última hora y en los tablones de anuncio cuelga la prueba irrefutable de que ya se acercan. Los exámenes de febrero volverán a poner a prueba el engranaje de la Universidad, un periodo en el que todos tienen su cometido.

Los alumnos realizarán en las próximas tres semanas nada menos que 250.000 exámenes, que se dice pronto. Este cuarto de millón de pruebas corresponden por un lado a las 1.755 asignaturas del primer cuatrimestre y por otro a buena parte de las 1.400 anuales que en estos días realizan exámenes parciales.

Para obtener la cifra redonda hay que tener en cuenta que hay más de 167.000 matrículas en materias de los primeros cuatro meses y más de 157.000 en asignaturas anuales, así que serán muchos los minutos de aulas ocupados en estos menesteres. Y un detalle, esta gran cifra contempla sólo las materias teóricas.

Más de 5.200 días

Y si los estudiantes dedicarán cientos de horas -algunos- a prepararse para ese momento en el que se enfrentan solos al peligro, más de un profesor también se echa a temblar. Montones de papeles que crecen en las mesas de los despachos y que se acaban convirtiendo en un trabajo que requiere demasiada fuerza de voluntad.

«En estas épocas nos llevamos mucho trabajo a casa», explica Carmen Marco, catedrática de Bioquímica y vicedecana de Ordenación Académica de la facultad de Ciencias. En su materia no se suelen hacer exámenes tipo test por lo que la corrección de cada prueba le ocupa durante al menos media hora. Si este tiempo se multiplica por unos 150 alumnos a los que da clase, el resultado es que pasará más de 75 horas, o tres días, dedicada íntegramente a poner nota a esos documentos.

A grandes rasgos, y teniendo en cuenta ese cuarto de millón de exámenes que antes se mencionaba, los docentes universitarios emplearán más de 5.200 días -125.000 horas- a estos menesteres de corrección, que lógicamente irán seguidos de periodos de revisión con los alumnos.

Así que los alumnos, aunque son los más sufridores, no son los únicos que temen a este periodo. Y si hay alguien que realmente sufre a la hora de pensar en exámenes, es la persona responsable de elaborar el horario de exámenes en aquellos centros con más alumnos. La escasez de espacio y la cantidad de asignaturas suponen en algunos casos auténticos retos para poder relacionar tiempo y espacio.

Todos los sábados

El resultado de este auténtico encaje de bolillo es, por ejemplo, el enorme mapa de colorines en que se ha convertido el horario de exámenes de la facultad de Económicas y Empresariales, un regalo que cuelga en el despacho del vicerrector de Ordenación Académica.

En esta facultad, por ejemplo, tienen que utilizar todos los sábados del periodo de exámenes para dar cabida a sus alumnos. Echando un vistazo al casillero de aula en el horario de esta facultad, se sorprende uno al ver que luce: «toda la facultad». Eso sí que es poner a prueba un centro. La culpable de esta situación es la asignatura de Contabilidad 1 y Contabilidad General de primero de casi todas las titulaciones, que paralizará el día de los enamorados (el próximo 14 de febrero), todas las aulas para este menester.

Pero este no es el único récord que ostenta este centro. En alguna otra asignatura, son necesarias nada menos que diez clases para poder examinar a todos los alumnos. En esta centro, y en el de Filosofía y Letras, que también cuenta con muchísimos alumnos, los estudiantes deben empezar los exámenes a las 8.30 de la mañana, más les vale madrugar.

En Ciencias, donde hace unos años tuvieron que hacer hasta tres turnos de examen -en lugar de los tradicionales de mañana y tarde- ya se han solucionado un poco las cosas y ahora se apañan con menos problemas.

Papel reciclado

El examen que parece que supera la Universidad con buena nota es el de la responsabilidad medioambiental, ya que todos los exámenes se hacen en papel reciclado. Afortunadamente, porque esta revisión del mes de febrero se llevará más de 750.000 folios, que son más de 4.000 toneladas de papel. En este apartado, la UGR se lleva un sobresaliente.

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