GRANADA
Profeta en su tierra
El Ayuntamiento de Illora nombra hija predilecta a Isabel Salobreña, ilurquense de 90 años que fue pionera en cursar estudios de Derecho
ISABEL RODRÍGUEZ/ÍLLORA
HOMENAJE. Amalia Salobreña, junto al alcalde de Illora. /I.R.
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La concordia se apoderó durante unos minutos del salón plenario del Consistorio ilurquense, cuando ayer, a petición del Área de Cultura, se nombró hija predilecta a Amalia Salobreña. Esta ilurquense de 90 años fue pionera en cursar unos estudios vetados para las mujeres. Su padre quería que fuera boticaria pero ella optó por seguir los estudios de su progenitor, abogado y secretario del Juzgado de Íllora, y licenciarse en Derecho. Así, Amalia fue la séptima mujer en finalizar la carrera de abogacía por la Universidad de Granada. «Habiendo llegado al Área de Cultura la información de que una señora de Íllora estaba recibiendo homenaje fuera de su tierra, no podíamos permitir que de nuevo se cumpliera aquello de que nadie es profeta en su tierra», aseveró el concejal de Cultura, Rafael Martínez.
Y es que en febrero de este año, el día de su cumpleaños, Amalia recibió un homenaje en el que los decanos tanto de la Facultad de Derecho como del Colegio de Abogados le entregaron su merecido título universitario y la incluyeron como colegiada, aunque figure como no ejerciente. La homenajeada, que acudió al pleno con más de cuarenta de sus familiares, tras recibir un ramo de flores, una placa conmemorativa y una insignia del Ayuntamiento, deleitó a los asistentes con unas palabras de cariño: «quiero dar las gracias a mi pueblo por acordarse de mi y deciros que este acto me lo llevo en el corazón».
Amalia se afanó en terminar su carrera y lo hizo, tras el paréntesis de la Guerra Civil, con unas calificaciones excelentes. Lo que nunca hizo fue solicitar su título pues cuando acabó la carrera, en 1940, el dinero que costaba lo necesitaba entonces para otras cosas más urgentes. Esta pionera, que nunca puso en práctica su profesión, allanó el camino para las que vinieron después. Una mujer que aún duerme con el código civil en la mesita de noche aunque a penas lo necesite gracias a su prodigiosa memoria. Esta mujer, que en actualidad no reside en Íllora, demostró un gran interés por sus orígenes que le lleva, por ejemplo, a recordar los nombres de los alcaldes que han pasado por el Consistorio ilurquense desde 1900.
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