La mitad de las actuaciones previstas en el plan de restauración del incendio que en 2005 arrasó 3.425 hectáreas de los parques Natural y Nacional de Sierra Nevada, un proyecto pionero que combina las técnicas medioambientales más novedosas con las más tradicionales, han sido ya acometidas.
El objetivo de este ambicioso plan de restauración ideado a raíz del incendio, que afectó a cinco términos municipales de la provincia de Granada, es la implantación de un nuevo modelo de monte que pueda hacer frente con más garantías a los futuros restos ambientales, han explicado a Efe el conservador del Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada, Ignacio Henares.
La experiencia de este proyecto, en el que participan equipos de investigación de la Universidad de Granada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pretende servir a la Consejería de Medio Ambiente para la definición de modelos de restauración ante grandes áreas incendiadas que permitan, entre otras cosas, el control de los fuegos forestales y la generación de una masa arbolada que no precise de la mano del hombre para su conservación.
Este nuevo modelo pretende también hacer más improbable el desarrollo de grandes incendios, gracias a las discontinuidades de vegetación y a la creación de una suficiente red preventiva en el monte, y que el medio sea capaz de responder ante posibles plagas.
Desde su puesta en marcha, el plan de restauración ha permitido la plantación de más de 185.000 árboles y arbustos (está previsto completar el año con 265.000) de 15 especies, entre las que figuran pinos silvestres, encinas, escaramujos, cerezos, robles melojos, cerezos, sauces y arces granadinos.
También se han realizado tratamientos silvícolas sobre quercíneas (se comenzó por la regeneración de las encinas quemadas en las zonas de Lecrín y Lanjarón), así como otras actuaciones como el arreglo de acequias tradicionales y la construcción de abrevaderos y un aprisco necesario para la instalación de la cabaña ganadera.