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Pedro Duque: «Será un poco difícil llegar directamente a Marte sin volver antes a la Luna»
El cosmonauta español de la Agencia Espacial Europea visitó ayer Granada para hablar de los viajes interplanetarios
ÁNGELES PEÑALVER/GRANADA
El astronauta Pedro Duque, durante su conferencia. / RAMÓN L. PÉREZ
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Pedro Duque no sabe cuándo volverá al espacio, pero por lo menos «faltan cuatro años». Europa ha tenido escasa participación en los programas tripulados y «nos toca sólo de vez en cuando». Este astronauta no sabe si pisará alguna vez la Luna o Marte, aunque le fascinaría: «En caso de que la Unión Europea apueste muy fuerte por la investigación y el desarrollo sí me veo, en caso contrario irán antes los americanos». Duque, astronauta español de la Agencia Espacial Europea, hombre muy delgado, serio y educado, clausuró ayer el VII Curso de Actualidad Científica Marte y la exploración espacial del Parque de las Ciencias de Granada.
-¿Cuánto tiempo lleva en la Tierra?
-¿Sin salir al espacio?… Desde el 8 de noviembre de 2003.
-¿En esos periodos en la Tierra, a qué se dedica un astronauta?
-Para las agencias que nos contratan lo más importante es traspasar la experiencia que hemos tenido a los nuevos desarrollos e inventos. Cuando bajé del primer vuelo trabajé cinco años en el diseño del laboratorio europeo. Ahora estoy en Madrid en un centro para que los científicos españoles tengan apoyo y envíen sus experimentos a la estación espacial.
-Acaba de aterrizar de Madrid. ¿Siente algo de miedo al montar en avión?
-No, como ingeniero aeronáutico… Bueno en los ingenieros aeronáuticos hay de todo, gente que se fía de los aviones porque sabe cómo están hechos y los hay que no se fían de los aviones precisamente porque saben cómo están hechos. Soy de los primeros. Con respecto a los viajes espaciales hay que tratar de superar el miedo, aunque sabes que hay una probabilidad de no volver (2%) más alta que en el avión.
-¿Qué cree que será antes, la vuelta a la Luna o la llegada a Marte?
-Yo creo que va a ser un poco difícil llegar directamente a Marte. Al final creo que la decisión técnica, política y económica será primero hacer una exploración de la Luna nuevamente y probar allí esos sistemas de los que habrá que fiarse para ir a Marte.
-¿Cómo se toma un astronauta los rumores de que el hombre nunca estuvo en la Luna?
-Desgraciadamente cada cuatro o cinco años nos vuelven a machacar con lo mismo. Los que sabemos cómo funciona esto nos aburrimos de rebatirlo y dejamos que hablen todos esos iluminados que de vez en cuando vuelven a descubrir la misma tontería.
-¿Cree que hay seres inteligentes fuera de la Tierra?
-Bueno, hay personas que dicen con sorna que aún está por descubrir si hay vida inteligente en la Tierra o no. Fuera de la Tierra no lo sé, ni creo ni dejo de creer. Es una cosa que estudiaremos en su momento y cuando tengamos mejores medios para ir a otros planetas.
-¿Viajar al espacio ayuda a creer en Dios o le hace más descreído?
-Cuanto más profundiza uno en el conocimiento de la ciencia más inferior se hace la posible parcela de las experiencias místicas. La religión da una explicación de lo que hay en el mundo y la ciencia lo aborda desde otras áreas. Creo que hacer un viaje espacial no cambia en nada la fe interior.
-Su conferencia se titula Las travesías interplanetarias. ¿Qué se está avanzando en ese campo?
-Hay que pensar que todavía no se ha hecho ninguna, con lo que hay que empezar hablando del tipo de elementos que se usarán en la primera travesía. Usaremos al máximo lo que ya tenemos desarrollado. Lo importante de una travesía interplanetaria es utilizar lo más posible los recursos que existen en el punto del destino. Se puede ir a la Luna y volver llevándolo todo, pero es imposible desde el punto de vista físico hacer lo mismo en una travesía interplanetaria, que supone más distancia y está desligada de la Tierra (el viaje a Marte dura 9 meses). Ese es el reto de la tecnología, enviar allí naves automáticas que preparen un sitio donde vivir y que envíen datos de confirmación a la Tierra antes de que vayan los astronautas para allá. Sería una nave parecida a la Estación Espacial Internacional, pero con elementos que tenemos que desarrollar todavía.
-Ha trabajado en misiones rusas, americanas y europeas. ¿Con cuáles se queda?
-Yo sigo trabajando para la Agencia Espacial Europea y, como español, me quedo donde estoy. Todas son experiencias enriquecedoras sacadas adelante con entusiasmo e ilusión. Lo que más destaco es el hecho de que en Rusia ha habido unos cuantos años en que esas personas que con su dedicación han sacado el programa adelante no han cobrado. Es la diferencia fundamental entre una cosa y la otra.