«Para anunciar naranjas y limones no hace falta poner la portada de Interviú».
Las mujeres del pequeño pueblo de Melegís rompen todos los carteles que anunciaban la Feria del Cítrico como medida de protesta por el desnudo que aparece en el cuadro y que consideran innecesario.
El proyecto era la Feria del Cítrico, pero la realidad mostraba a unas vecinas que parecían haber mordido un limón. La culpa de todo la tenía el cartel con el que la quinta edición de esa feria se anunciaba en esta ocasión. El cartel es obra de un catedrático de Bellas Artes de la Universidad de Granada y en él se puede apreciar una rama de naranjo, caída y frondosa, de la que una mujer desnuda y sin rostro recoge con su mano una naranja. En el otro brazo lleva un bebé.
Esta bucólica imagen ha sentado muy mal entre el sector femenino de la localidad de Melegís, con unos seiscientos habitantes, en mitad del Valle de Lecrín, y cosede de la feria junto a Restábal y Saleres, quienes no entienden que para un anuncio de cítricos sea necesario desnudar a una mujer. Así lo demostraron a la responsable del ayuntamiento a la que le tocó dar la cara, rompiendo los programas anunciadores de la feria como medida de protesta.
Indignadas, ellas
Una de las indignadas mujeres comentaba que «nosotras no recogemos las naranjas desnudas». Otra increpaba que «para anunciar una feria de naranjas y limones no hace falta poner la portada del Interviú». Las cabecillas de esta ácida rebelión decían representar a toda la feminidad del pueblo.
Por su parte, los hombres de Melegís están encantados. No entienden por qué las mujeres han puesto el grito en el cielo por el anuncio. Ellos se frotan las manos e incluso hacen propuestas para el año que viene, «que venga una mujer a hacer un estriptis a la plaza del pueblo», gritaban los más osados. Los había también críticos con el artista, algunos decían que «debía verse más cuerpo de la modelo».
En esta cítrica tarde sólo una responsable técnica del consistorio apareció para recibir las quejas. Desde su punto de vista «las críticas son una cuestión de edad. En el pueblo deben acostumbrarse a este tipo de cosas. A mí me parece un cartel precioso, una obra de arte», concluyó.
Otros años la feria ha sido un éxito, por los productos que promociona…
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