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Nieve pegajosa y muy poco corriente

Nieve pegajosa y muy poco corriente

La ecuación dejó de serlo para convertirse en una adivinanza. La ecuación dice que una torre de electricidad de varios pisos de alta, con su correspondiente armazón férreo, sus sólidos anclajes a tierra y sus peanas de hormigón armado pueden caer, pongamos un ejemplo, si se bombardean desde el aire o si se les ponen explosivos desde tierra. Lógico a la vez que improbable. La adivinaza estriba en averiguar cómo es posible que si nada de esto sucede las torres, algunas de ellas, hayan besado la lona ante el más que común hecho de que hay nevado en la provincia de Granada.
El director de Sevillana-Endesa en Granada, José Luis Pérez Mañas, sí tiene una explicación. La razón trata de que es una nieve pegajosa y poco corriente. En su comparecencia de anteayer trató de explicar por qué el temporal de nieve había llegado a tumbar las torres de las redes eléctricas. «El tipo de nieve que cayó el martes es una nieve pegajosa, que se adhiere a los cables y aisladores creando como un manguito. Esto hace que un cable con un diámetro de varios milímetros, alcance hasta veinte centímetros con el hielo, creando un sobrepeso en la estructura». Pérez Mañas apuntaba que esta acumulación de nieve fue partiendo cables, lo que desequilibraba las torres y las retorcía por la tensión del resto de cables, haciéndolas caer.
Yolanda Castro, catedrática de Física Aplicada de la Universidad de Granada disecciona esta explicación en dos partes completamente diferenciadas. La profesora de la Universidad de Granada razona que «si analizas la nieve te das cuenta de que hay diferentes tipos de estructuras. Las hay que son más líquidas (por ejemplo, la conocida aguanieve) y las hay que son más compactas, mucho más densas».
Yolanda Castro continúa y asegura que desde un punto de vista totalmente científico la nieve, en su proceso de formación, desde que comienza en las alturas hasta que cae hasta el suelo «va atravesando diferentes capas de nuestra atmósfera». Ysegún el comportamiento durante su travesía por estas capas, «la nieve resultante será de una manera o de otra».
Es decir, en conclusión, «que a mis oídos, la explicación que ofrecen los técnicos es plausible, que exista un tipo de nieve que haya producido ese fenómeno en los cables de las torres eléctricas».
–Entonces, ¿puede ser que por este tipo de nieve las torres de electricidad se caigan como acaba de ocurrir en Granada?
–¡Ah! Aver. Eso ya es completamente diferente. Una cosa es que, sin haberlo estudiado pero conociendo el comportamiento de la nieve, afirme que es posible que haya un tipo de nieve muy frío y más denso. Yotra cosa es que se pueda afirmar que esta sea precisamente la razón por la que se han caído las torres. Eso es terreno de los ingenieros. Ellos son los que hacen los cálculos y los que saben.
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