Medallas para tres grandes universitarios
Distinción para tres grandes universitarios y para dos buenos colaboradores. La Universidad de Granada (UGR) se vistió ayer de gala para entregar su Medalla de Oro al ex rector David Aguilar; la catedrática Purificación Fenoll, Defensora Universitaria durante los últimos cuatro años; y el catedrático Eduardo Barea, ex gerente y ex director del Centro de Instrumentación Científica durante varios años. Además, hubo Menciones Especiales de la Universidad granadina para Manuel Ramón Bretón Romero, ex teniente general del Madoc, y para la Universidad Estatal Lingüística de Moscú, representada por su rectora Irina Khaleeva.
Los galardonados estuvieron muy bien arropados por la comunidad universitaria y representantes del mundo de la política, empresarial y social de Granada. El Hospital Real, sede del Rectorado, fue el escenario de los reconocimientos a docentes que en algunos casos están trabajando y estudiando en la UGR desde hace más de cincuenta años. El profesor Eduardo Barea, ahora jubilado, recordó que «llevo vinculado a la Universidad más de cincuenta y tres años». Ahora está jubilado, pero ayer rememoró cuando iba con los pantalones subidos para no mancharse de barro cuando estaban acondicionando el Hospital Real para poder trasladar la sede del Rectorado.
Gerente durante varios años y gestor universitario en diferentes áreas, el profesor Barea recordó e hizo un reconocimiento y homenaje al desaparecido Antonio Gallego Morell, que también fuera rector de la Universidad granadina. Confesó sentirse «tremendamente orgulloso de ser profesor» y destacó que los valores que siempre le han guiado han sido los «del amor a la verdad, rigor científico, lealtad a las personas…». Por eso, ayer tras tantos años dedicados a la Universidad granadina admitió sentirse «muy honrado, emocionado y alegre».
El rector de la Universidad granadina, Francisco González Lodeiro, por su parte, destacó del profesor Barea «las muchas y variadas actuaciones brillantes que ha realizado en su trayectoria universitaria». Tras desglosar la figura del catedrático de Química Inorgánica, Lodeiro dedicó unas cariñosas palabras a Purificación Fenoll, una catedrática de Minerología con un gran prestigio internacional y que ha desempeñado cargos con muy buenos resultados dentro y fuera de la UGR. «Puri se caracteriza por su excelente hacer y en su mandato como Defensor Universitaria consolidó la independencia de este servicio», dijo.
Por su parte, la catedrática de la Facultad de Ciencias, con un gran discurso, recordó como está vinculada a la Universidad desde 1952. Empezó su tarea investigadora en la Estación Experimental del Zaidín, como «becaria de las 333,33 pesetas». Del mismo modo, echó la vista atrás para decir que «tengo mi pequeña vida a mis espaldas, siempre he hecho lo que me ha gustado y casi siempre lo que he querido». Ayer estaba emocionada.
El otro universitario que recibió la Medalla de Oro de la UGR, la máxima distinción de la institución, fue el que fuera rector desde el año 2000 al 2007, David Aguilar Peña. El catedrático de Anatomía Patológica destacó que son muchas las personas que se merecen una distinción de la Universidad. Él la suya la compartió con sus equipos de gobierno, amigos, familia, instituciones que durante su mandato colaboraron y con los miembros de su departamento. «Aunque parezca mentira en la Universidad granadina se puede ser compañero de departamento», dijo y sentenció el anterior mandatario universitario. Quedó dicho.
Todos los distinguidos agradecieron la colaboración de sus compañeros y sus familias y todos recibieron un caluroso abrazo del actual rector. Precisamente Lodeiro en el desglose sobre la figura de Aguilar destacó algunos logros de su mandato y puso como ejemplo los nuevos estatutos de la Universidad, la puesta en marcha de titulaciones como Caminos, Canales y Puertos o Comunicación Audiovisual o el impulso al Parque Tecnológico de la Salud, el primer Plan Estratégico o la puesta en marcha de la Feria Internacional de Empleo Universitario. Para las tres nuevas personas poseedoras de la Medalla de Oro hubo ayer muchas felicitaciones y palabras de agradecimiento. Ellos también han dedicado muchas horas y trabajo a esta institución y también tuvieron sus agradecimientos. Por eso, Aguilar resaltó que guardará como un tesoro esta medalla. «Todo el trabajo realizado mereció la pena», argumentó al recordar que el ser rector es a lo máximo que se puede llegar en el mundo universitario y «no lo cambio por nada».
Trabajos
Menciones Especiales de la Universidad de Granada recibieron Manuel Ramón Bretón Romero, ex teniente general del Madoc, y la Universidad Estatal Lingüística de Moscú, representada por su rectora Irina Khaleeva. Para ambos tuvo palabras de agradecimiento y de reconocimiento Lodeiro. A Bretón lo calificó como «un excelente militar y como persona ha mostrado su afecto a la Universidad de Granada». En 1994 se firmó el primer convenio entre la institución universitaria granadina y el Madoc. Por su parte, el ex teniente general de este mando, habló de las buenas relaciones y del trabajo que se ha hecho de manera conjunta. También se mostró muy agradecido.
La rectora de la Universidad Estatal Lingüística de Moscú, Irina Khaleeva, que fue la otra premiada, llegó al acto con un anuncio. Esta Universidad de Moscú investirá como doctor honoris causa al profesor Francisco González Lodeiro. La UGR firmó su primer convenio con esta universidad en el año 1990. La cooperación y desarrollo de investigaciones y trabajos conjuntos ha sido siempre importante. En el año 2000 se rubricó un nuevo convenio para poner en marcha en la Universidad de Moscú un Centro de Lengua y Cultura Española. En este centro estudian unos 10.000 alumnos y se imparten 35 lenguas. «Después de veinte años recibir esta medalla es muy simbólico e importante», dijo la rectora.
Las Menciones Especiales fueron las primeras que se entregaron después llegaron las Medallas de Oro. David Aguilar, Purificación Fenoll y Eduardo Barea se suman al listado de personas e instituciones con esta máxima distinción que en otras ocasiones ha sido concedida a instituciones como el Parque de las Ciencias o el propio Madoc.
Ellos ya pueden presumir de obtener esta máxima distinción concedida a no muchas personas. Ayer además de la medalla se llevaron muchas felicitaciones.
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