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Los vecinos exigen a las tres administraciones una reunión

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GRANADA
Los vecinos exigen a las tres administraciones una reunión
La Federación exige una ley antibotellón para regular el consumo de alcohol en la calle
J. R. V./GRANADA
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Indignados, impotentes y muy cabreados, así se muestra el colectivo vecinal de Granada después del espectacular macrobotellón registrado en el pasado puente por las calles de la ciudad. Las quejas de las asociaciones y de vecinos particulares remitidas a la Federación provincial de Asociaciones de Vecinos se cuentan por pares. «Han sido demasiadas las denuncias verbales recibidas y a nosotros nos parece que lo vivido el pasado fin de semana no es digno de una ciudad como Granada», comenta el presidente de este colectivo, Francisco López de Haro.

La Federación de Asociaciones de Vecinos volverá a pedir una reunión entre los responsables de las tres administraciones -local, autonómica y central- junto con representantes de otros colectivos para abordar los efectos de los botellones que cada vez proliferan más en esta ciudad. «Se debe tomar algún tipo de medida y ésta debe empezar por la promulgación de una Ley andaluza Antibotellón que sirva, por lo menos, para regular los desmanes que se forman en la calle con este tipo de concentraciones».

López de Haro advierte de que no es justo impedir el descanso de los vecinos por culpa del ruido generado en los botellones, así como los desperfectos originados en el mobiliario de la vía pública.

El presidente de la asociación de vecinos del Realejo, Pedro Jaraque, mantuvo ayer una reunión con su directiva con el fin de estudiar una batería de medidas para controlar los efectos del botellón en esta barriada histórica. Medidas que prefirió no adelantar hasta la conclusión de la reunión que terminó al filo de las doce de la noche. «Lo de este fin de semana ha superado cualquier tipo de previsión. No podemos permitir este tipo de acontecimientos en zonas históricas como el Realejo». Los vecinos de esta barriada padecieron los efectos nocivos del botellón -ruidos, malos olores, vomitonas-».

Por último, el presidente de la asociación de vecinos San Pedro, que acoge el Paseo de los Tristes y Plaza Nueva, recrimina al Ayuntamiento la falta de previsión ante estos acontecimientos. «No instalaron váteres en la cruz de Plaza Nueva y el tráfico lo cortaban de forma intermitente, lo que permitió a algún coche colarse». Según Daza, su asociación recomendó al Consistorio no instalar ninguna cruz en la zona de Plaza Nueva: «Las paredes de las Audiencia Provincial han aparecido llenas de orines y no se puede permitir este tipo de actos en plazas como ésta. Nos parece muy poco afortunado haber permitido la instalación de una barra en Plaza Nueva. Para solucionar este problema hace falta una ley antibotellón y que la Universidad de Granada se implique más».

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