El muro de contención se rompió en Semana Santa y la calle permanece patas arriba, con malos olores y sin poder usar las cocheras
06.08.10 – 01:22 –
La historia interminable. En la zona había un muro de contención que podía tener más de treinta años. Aunque fue hace trece cuando aparecieron las primeras las grietas en la calle San Ramón, en el barrio de La Alcantarilla, debido a las arcillas expansivas existentes en este alfoz de la capital jienense. En Semana Santa, la presión del terreno partió dicho muro y se procedió a su demolición. Acto seguido, el Ayuntamiento decidió construir un zuncho de 150 metros para dar estabilidad a la calle. En julio se abrió la zanja y ahí quedó la cosa, pues los albañiles ya no volvieron, con el consiguiente trastorno para los residentes que, según han trasladado, molestos porque no pueden utilizar sus cocheras y que sufren los malos olores a causa de la rotura de varios desagües.
El zuncho que está previsto construir tendrá unas dimensiones de 1 metro x 1,5 metros y discurrirá a lo largo de toda la calle, con el fin de sujetarla. Sobre él se realizarán los micropilotajes de hormigón, que quitarán parte de la presión que la ladera ejerce sobre el muro de contención construido más recientemente. Esta solución fue decidida por la Gerencia Municipal de Urbanismo, en colaboración con expertos en geología de la Universidad de Granada, con el fin de darle una mayor seguridad estructural a las viviendas. Una vez construido, el último paso será es asfaltado y la construcción de los acerados.
Con este plan de obra, el Ayuntamiento encargó a la empresa Fuconsa la construcción del zuncho, que empezó a trabajar en la calle San Ramón el día 16 de julio. A los cuatro días terminó de abrir la zanja, que afectó a varios desagües de las viviendas. Pero acto seguido los operarios se marcharon y todavía no han vuelto a reanudar las obras, según informaron los vecinos, que lamentan la falta de información sobre unas obras que tienen en la calle desde Semana Santa y que desde el día 20 del mes pasado no puede guardar los vehículos en sus cocheras, como apunta Ángel Hidalgo, vocal de la asociación de vecinos Cauce.
Historia
Los problemas con las grietas y los corrimientos de tierras datan del año 1997, aproximadamente. Los vecinos se entrevistaron entonces con responsables de distintas administraciones para buscar una solución y detener el progresivo deslizamiento. Ante la falta de respuesta, llevaron la protesta al salón de plenos municipal, en donde pidieron medidas con carteles hasta en siete idiomas. Al final el Ayuntamiento asumió la ejecución del proyecto de pilotaje en la zona elaborado por Cemosa y que ascendía a 1,6 millones de euros, sin dejar de criticar a la Diputación y la Junta por no colaborar en el mismo.