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Los universitarios de Granada encienden las alarmas

La Universidad de Granada (UGR) ha sido durante años pionera y referente a nivel nacional en la puesta en marcha de servicios para los estudiantes. Hace muchos cursos que cuenta con diferentes programas de atención a estudiantes con discapacidades. Siguen. Que nadie se asuste. Los comedores abrirán sus puertas con el comienzo del año académico -al menos esa es la previsión-. En enero se subió cincuenta céntimos el precio del menú. Aún así continúan con el precio más bajo de España.
Son algunas de las cosas buenas que no cambiarán este curso 2012-2013. No obstante, la Universidad granadina se prepara para unos meses que los sindicatos y alumnos anuncian que serán de todo menos tranquilos. Será un otoño duro y anuncian incluso que se puede parar la actividad en la Universidad. Mañana, jueves, la comunidad universitaria ha convocado una asamblea en la que se plantea la pregunta ¿Debe empezar el curso? Será a las 12.00 horas en el hall de la Facultad de Ciencias.
El coordinador de la Delegación General de Estudiantes de la institución universitaria granadina, Francisco Hidalgo, valora que «son muchas las cosas que quedan todavía por hacer en la UGR, tal y como pasa en el resto del sistema universitario español. Son varias las incertidumbres que han quedado sin despejar durante este curso, sobre todo en el aspecto organizativo académico universitario y que afectarán al 2012-2013. Todas las medidas que se han ido tomando en estos meses han generado una situación en la que no se garantiza una enseñanza superior de calidad. ¿Cómo se puede mantener un mínimo nivel educativo con menos personal docente y un masificado número de estudiantes? Los recortes van a mermar, y mucho, nuestra formación, y las condiciones de quienes trabajan en la UGR se están deteriorando».
Oferta formativa
Francisco Hidalgo se refiere también a la necesidad de «desplegar, por parte de la UGR, una oferta formativa que complemente la titulación a precios asequibles. Hablo, por ejemplo, de los cursos de idiomas». En este caso para poder ayudar a los universitarios a insertarse en el mercado laboral.
La implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) también está en el debate. El profesorado dice que es imposible cumplir las ‘directrices’ con los recortes. El coordinador de la Delegación General de Estudiantes sostiene, sin embargo, que «el plan Bolonia, que por otro lado han defendido tanto el PSOE como el PP, no es más que la degradación de la Universidad pública en favor de modelos educativos de financiación privada. Aquí nunca ha importado rebajar el ratio de estudiantes por clase, ni tampoco parece ser una prioridad de los diferentes gobiernos la convergencia europea a la vista de los hechos».
El tamaño de la Universidad granadina, con más de 56.000 alumnos en los últimos años -este curso habrá que esperar a más adelante para conocer datos concretos- y titulaciones de todo tipo, ofrece clases llenas en las que no hay algunos días ni un hueco y otras en las que no se superan los treinta alumnos. Los alumnos de nuevo acceso, todos los datos apuntan por el momento, a que aumentarán. Cada vez es más complicado conseguir una plaza en la Universidad.
Si bien, Francisco Hidalgo vaticina que «en poco tiempo asistiremos a la salida de muchos estudiantes del circuito universitario. Es evidente que con unas tasas más caras, menos becas y ayudas, así como la situación de nuestras familias (incremento del paro y la pobreza) van a imposibilitar el acceso universitario a los hijos e hijas de los trabajadores y clases populares». Esta valoración la argumenta en el aumento de los requisitos para conseguir y mantener una beca del Ministerio de Educación. La matrícula será más cara también.
En primera matrícula el crédito pasa de costar 12,20 euros a 12,49. En total 17 euros más al año que el curso pasado, 749 euros por el curso completo de 60 créditos frente a los 732 del curso pasado, un incremento del 2,34%. En cinco años estas matrículas han subido 249 euros.
En las terceras y cuartas matrículas es cuando los alumnos van a notar que tendrán que hacer un mayor desembolso. El precio es de 47,59 y 74,91 euros cada crédito, respectivamente. Esto significa que un estudiante que se haya matriculado de una asignatura de diez créditos, por ejemplo, por cuarta vez deberá pagar 749 euros. En el caso de ser de seis créditos serían 449 euros. Las cantidades exactas y totales ya las están recibiendo al confirmar estos días su matrícula.
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