Los regantes reclaman un mayor protagonismo para poder decidir sobre su futuro
Las canalizaciones de Béznar y Rules van a condicionar tanto el futuro hídrico, y por ende agrícola, de toda la costa de Granada que la Comunidad de Regantes del bajo Guadalfeo ha reivindicado con fuerza su papel de principal interlocutor válido ante las administraciones central y autonómica, además de ante cualquier organismo o ente que tenga la más mínima capacidad de decisión en asuntos que afecten a los agricultores del litoral.
Durante el acto inaugural de la jornada sobre el \’Uso eficiente del agua en el siglo XXI\’ se puso de manifiesto el peso específico de las más de cuarenta comunidades de regantes, englobadas en la del bajo Guadalfeo, que representan a miles de agricultores desde el límite con la provincia de Málaga hasta la de Almería; así como la firme intención de este colectivo de «hacerse escuchar» para que el diseño del futuro hídrico de la zona no se haga con criterios políticos, sino bajo el prisma del aprovechamiento óptimo de recursos, sostenibilidad, responsabilidad y eficacia.
De hecho, el presidente de la Comunidad, José Rodríguez García incidió en el hecho de que «se está transmitiendo la idea a la sociedad de que los agricultores son meros derrochadores del agua, algo muy alejado de la realidad», decía.
Esta comunidad, recordó el presidente, se constituyó en 2002 para conseguir aprovechar al máximo los recursos del río Guadalfeo, algo para lo que tendrá importancia vital las conducciones de Béznar-Rules y sus condiciones.
«Esto se transforma en frutas y hortalizas que abastecen a Europa, además de que la Costa la cubre con un manto verde, tanto en sus bosques de frutos tropicales como bajo plástico, grandes sumideros de CO2. Generando, al mismo tiempo, miles de puestos de trabajo».
Y todo esto gracias al enorme esfuerzo de los agricultores, que continuamente modernizan sus instalaciones en general y los sistemas de riego en particular. De hecho, el presidente adjunto, Jesús David Bustos Contreras, aseguró que se trataba de «un orgullo, como Comunidad, que todos estemos juntos y el público vea en nosotros seriedad y nos reconozca como eficientes gestores del agua dentro de nuestro medio de vida».
Modernizarse
Lo cierto es que los regantes evidenciaron su fortaleza como movimiento y colectivo representado por la comunidad matriz, la del bajo Guadalfeo, y estuvieron de acuerdo en asentir ante la advertencia del catedrático de economía aplicada de la universidad de Granada, Miguel González Moreno, quien hizo un exhaustivo análisis de la situación económica general y nacional y quien destacó el hecho de que la Costa Tropical «tiene una posición geográfica y estratégica magnífica, entre las dos provincias más dinámicas de España en los últimos diez años, lo cual debe irradiar efectos positivos con la conclusión de la autovía, y las ventajas de localización muy buena», animando al sector agrícola a reforzarse y modernizarse a ritmo vertiginoso para garantizar su propia subsistencia.
Por su parte, para Andrés del Campo García, presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes, vaticinó un magnífico futuro para la actividad agraria de la Costa, si bien advirtió que las comunidades deberán velar por que se utilicen al máximo todos los recursos que desarrolla la propia administración, pues de lo contrario «para estos agricultores no tendrá ningún sentido invertir en sus fincas».
Por otro lado, la Agencia Andaluza del Agua estuvo representada por Juan Rodríguez Velasco, gerente provincial. Según Rodríguez, «el agua es un recurso escaso, cada vez más demandado y nos obliga a un esfuerzo de imaginación, inteligencia y esfuerzo para alcanzar los niveles de eficiencia».
El acto inaugural lo cerró el delegado de Medio Ambiente, Francisco Javier Aragón. Para el máximo responsable del área en Granada, «hay que poner en valor el acuerdo andaluz por el agua. Las circunstancias que se dan en Granada y Andalucía ofrecen un momento histórico pues nos preguntan qué estructura económica queremos para el futuro». Aragón reconoció que la Comunidad del bajo Guadalfeo es un auténtico interlocutor.
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