GRANADA
Los huesos hallados en San Miguel son de tumbas de época tardorromana
Los investigadores han encontrado esqueletos completos La Junta paralizó ayer parcialmente las obras después de que el Ayuntamiento cursara una solicitud en ese sentido
C. MORÁN/GRANADA
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Las máquinas excavadoras han vuelto a desenterrar un trozo del larguísimo pasado de Granada. Ocurre a cada paso, pero no por eso deja de sorprender.
Según un examen preliminar efectuado a pie de yacimiento por el antropólogo-forense Miguel Botella, una autoridad en la materia, los huesos faciales hallados en San Miguel el pasado miércoles y los dos esqueletos completos que aparecieron ayer -uno de un hombre y el otro de una mujer, ambos jóvenes- pueden formar parte de un cementerio de proporciones respetables. La necrópolis sería de la época tardorromana, entre los siglos IV y V después de Cristo.
Las primeras impresiones de Miguel Botella -que estuvo ayer por la mañana en la zona a petición de la Policía Científica- despejan algunas dudas. La primera: efectivamente, los restos son humanos, algo que el miércoles se sospechaba pero que nadie se atrevió a confirmar. Segunda: los huesos no son recientes. Pertenecen a personas que fallecieron hace siglos y cuya memoria había sido sepultada por el paso del tiempo. Esta última revelación aleja -prácticamente de forma definitiva- la posibilidad de que las piezas óseas halladas tuvieran que ver con la Guerra Civil, una hipótesis que también se manejó en los primeros momentos.
«Todo lo que nosotros hemos visto, incluidos dos esqueletos en posición -postura de los enterrados-, son de la época tardorromana. No había nada más reciente», explico Miguel Botella.
El experto, que indicó que también habían localizado huesos de un niño, admitió que la «extensión de la necrópolis es importante: parece bastante grande», indicó el investigador de la Universidad de Granada, que estuvo acompañado por el arqueólogo municipal.
Cerca de San Gonzalo
Por su parte, la delegación provincial de Cultura de la Junta de Andalucía acordó ayer paralizar parcialmente las obras que han sacado a la luz los restos humanos. La orden, que fue cursada a petición de la Fundación Albaicín -institución a través de la cual el Ayuntamiento promueve la rehabilitación de San Miguel- atañe a la zona de la Cerca de San Gonzalo, lo que prácticamente no entorpece la continuidad a ritmo normal del proyecto, incluida la rehabilitación de la muralla.
El presupuesto de la actuación, que afecta a una superficie superior a 700.000 metros cuadrados, ronda el millón de euros. Según la Fundación Albaicín, los trabajos contribuirán a recuperar el cerro, repoblarlo con olivos, pitas y chumberas y lograr un gran jardín por el que se podrá pasear a través de los tres caminos históricos.