Provincia
Los expertos abogan por reordenar los invernaderos para evitar otro El Ejido
Un estudio universitario alerta de los riesgos de erosión y contaminación y pide la coordinación entre administraciones
R. I./MOTRIL
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El «desgobierno territorial» que impera en los invernaderos del litoral granadino, según científicos de la Universidad de Granada, requiere una reordenación para evitar la contaminación, la erosión y las inundaciones y lograr que la zona «no acabe convirtiéndose en un nuevo El Ejido.
El profesor autor de la investigación, Alberto Matarán, también reivindica una mayor coordinación entre administraciones para hacer frente a esta situación, que se debe solventar con corredores ambientales que impidan la aglomeración de invernaderos, control de los residuos y elaboración de un sistema jerárquico de ocupación.
Según Matarán, el crecimiento incontrolado de los invernaderos en El Ejido ha generado erosión de los suelos, contaminación ambiental y riesgo de inundaciones, por lo que defiende una «mejor gestión» de los recursos naturales para evitar que esta degradación se reproduzca en el litoral granadino.
Eliminar instalaciones
Explica que no es necesario eliminar estas instalaciones, ya que son «uno de los principales» motores de desarrollo de la zona, sino reordenar el territorio para permitir «la mejor subsistencia de este sistema de explotación agrícola y la conservación del medio ambiente».
El profesor considera indispensable establecer una moratoria regional que frene la creación de nuevos invernaderos hasta que se elabore un plan territorial de ordenación que proteja cauces y zonas de bosque y mejore el sistema de invernaderos en lo que respecta a la formación, la mano de obra, el transporte o la comercialización.
En su estudio, apunta que estas medidas no sólo contribuyen a conservar el medio ambiente y mejorar la imagen paisajística, sino que también influyen en el desarrollo de la agricultura, ya que la creación de corredores ambientales que separen los invernaderos y el descenso de la polución «fomentan la disminución de las plagas, uno de los principales problemas que merman la economía de este tipo de explotaciones agrícolas».
