– «Llegaremos a controlar el cáncer como enfermedad crónica y viviremos con ella».
«Lo que hemos visto en Andalucía es una capacidad científica fuerte, una voluntad muy importante por hacer cosas y, a la vez, un vacío sobre cómo hacerlo».
El presidente para Europa de la multinacional farmacéutica Pfizer, Pedro Lichtinger, apenas se detuvo 24 horas en Granada el pasado jueves. Su presencia fue requerida por la Junta de Andalucía para que participase en la colocación de la primera piedra del Centro de Genómica e Investigación Oncológica (GENyO), que estará operativo a finales de 2009. Horas después, en una entrevista concedida a este periódico, desvelaba algunas claves de su empresa y de la investigación en nuevos fármacos. También se mostró seguro que la batalla contra el cáncer se ganará y la temida enfermedad será crónica pero no sinónimo de muerte.
-Pfizer es una compañía biomédica cuyo afán es ofrecer nuevos medicamentos de prescripción para la salud humana. ¿En qué líneas trabaja en este momento?
-Pfizer, al ser la mayor empresa farmacéutica, trabaja en todas las líneas de investigación. Desde los medicamentos destinados a patologías cardiovasculares pasando por los del sistema nervioso a la oncología… Practicamente tocamos todos los segmentos de la salud. Tenemos 12.000 científicos repartidos por todo el mundo y en Europa contamos con unas instalaciones importantes en el condado de Kent, en Inglaterra, y asimismo disponemos de centros clínicos en diferentes fases de desarrollo.
-Una de las características de Pfizer es su compromiso con la innovación y la investigación. ¿Qué peso tiene la I+D+i en la compañía? ¿Qué recursos destinará en el presente ejercicio?
-Durante el pasado ejercicio, nosotros invertimos 7.600 millones de dólares en este apartado, lo que significa el mayor gasto de una empresa de la industria farmacéutica. Nosotros pensamos que esta inversión es el futuro, la base de nuestra empresa, por lo que mantendremos la misma en estos próximos años.
-¿Investigación y negocio corren caminos paralelos?
-Lo cierto es que la investigación se contempla de forma separada al negocio. Tenemos un presidente de investigación que reporta su cometido directamente a nuestro presidente ejecutivo y la intención de esta división es proteger los recursos de eventuales problemas comerciales. Al mismo tiempo, tenemos un departamento importante que se dedica a entender la evolución de las necesidades en la salud y cómo se juntan a la evolución de la ciencia, para proyectar a diez y quince años dónde tenemos que invertir.
-Qué papel juega hoy Pfizer en la investigación oncológica?
-Pfizer, históricamente, entró tarde en el campo de la oncología. Hoy en día, en el área de biotecnología, el 20% de nuestros recursos están siendo canalizados hacia la misma. Hemos llevado al mercado productos muy avanzados y tenemos una línea nueva de productos como nunca antes habíamos experimentado. Nuestro compromiso con el tratamiento de la oncología crece de forma enorme y en término de ventas, el año pasado fuimos clasificados en el puesto catorce en este apartado. Pensamos llegar a liderar la investigación y la producción de medicamentos en este segmento en los próximos diez años. Para poder realizar ésto, habrá un aumento significativo en la inversión.
-¿Qué opinión personal tiene sobre la derrota final del cáncer?
-Mi visión a largo plazo es que la oncología, cada uno de sus segmentos, determinará los tratamientos a seguir. Llegaremos a controlar el cáncer como enfermedad crónica y podremos convivir con ella por muchos años. Esta tarea, la investigación y el desarrollo de medicamentos, llevará aún de diez a veinte años, pero sí se vislumbra en el horizonte la meta. Tenemos capacidad científica suficiente en el mundo para creer hoy que este reto es posible de alcanzar.
Liderazgo de EE UU
-El desfase existente entre Europa y EE UU en investigación farmacéutica, en favor del segundo ¿cómo lo puede recuperar el viejo continente?
-Hay varios aspectos que no han permitido el desarrollo de la investigación farmacéutica en Europa. El primero y más importante, es que las inversiones se las llevan mercados atrayentes. En los últimos quince años, los gobiernos de distintos países europeos han tomado medidas para intentar contener la inversión en la salud. Estas medidas han provocado que Europa tenga el crecimiento de mercado más reducido en esta materia. Por contra, EE UU crece un 50% de un año a otro y ello hace que se haya vuelto un mercado no tan atractivo. Europa representa solamente un 16% del mercado mundial y su tendencia es perder más posición frente a los mercados asiáticos, que vienen con un desarrollo muy pronunciado. La primera conclusión que se deriva de esta situación es que no se puede tener una investigación saludable sin un mercado saludable.
-¿Y los restantes?
-El segundo proceso, más complicado, es que las instituciones de acceso a capitales no han sido optimizadas, mientras que en EE UU tienen un acceso muy superior. Y también cuentan con atractivos fiscales. Por otra parte, Europa tiene una capacidad científica, por lo menos, igual que los EE UU. Y es una pena que no capitalice esta base académica e histórica.
-¿Cuántos medicamentos tiene ahora mismo Pfizer en fase de desarrollo, en qué plazos verán la luz algunos y a qué campos terapéuticos van dirigidos?
-En la industria farmacéutica ha distintas fases de desarrollo de un medicamento. Este año pensamos pasar a fase tres, de alta probabilidad de llegar al mercado y tener éxito, entre cuatro y seis productos. Tenemos cerca de 160 proyectos en fase dos y fase uno. Y por lo que respecta a los campos terapéuticos, tocan todas las variables de la salud. Entre todos ellos, disponemos de uno ya con marca registrada, muy novedoso, que consiste en una molécula que impide que el virus del VIH llegue a infectar la célula sana. Es un mecanismo absolutamente revolucionario.
En Granada
-La decisión de Pfizer de participar en el Centro de Genómica e Investigación Oncológica (GENyO) del Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud, ¿cómo se materializará finalmente?
-Nuestra idea es la de colaborar con la Universidad de Granada y la Junta de Andalucía. Cada uno contribuye con una parte para crear una sinergia. Nosotros vamos a proporcionar nuestro mejor capital: el conocimiento. Cómo diseñar, hacer las cosas, en contacto con nuestros científicos. El objetivo es integrar la investigación básica y la aplicada en un campo tan sensible como es el de la oncología, con la creación de nuevos productos que sirvan para combatir los distintos tipos de cáncer existentes.
-¿Qué equipo de investigación trabajará en Granada?
-Como ya sabrá, el personal que trabaje en el centro GENyO pertenecerá a la Universidad de Granada y a la Junta de Andalucía. Pfizer lo que sí hará es facilitar a estos científicos una relación directa con los nuestros, para que el intercambio de ambos grupos produzca una sinergia que dé los mejores resultados.
-¿Por qué el interés de una multinacional como Pfizer por ubicarse en una provincia como Granada y más concretamente en el PTS?
-Lo que nosotros hemos visto en Andalucía es una capacidad científica fuerte, una voluntad muy importante por hacer cosas y, a la vez, un vacío sobre cómo hacerlo. Esto es exactamente lo que nos atrae: la oportunidad de comenzar juntos para crear algo que puede ser muy importante. Es muy fácil acudir hoy a los corredores de California, donde hay cientos de empresas, pero hubiéramos llegado tarde a la comida. Es mejor aprender de las experiencias de otros lugares y con la voluntad y los recursos necesarios, poder llegar a hacer algo especial. No olvide que en el centro del que hablamos trabajarán 200 profesionales que tendrán como labor la investigación en farmagenómica y oncología genética. Y en este último caso, lo que harán será aplicar el campo genético a la investigación de carcinomas que están asociados a predisposiciones hereditarias.
-El rol tradicional de Pfizer de crear medicamentos para mejorar la salud de los ciudadanos ¿está ya superado con apuestas como la del PTS?
-Lo que hacemos es expandir grandemente el papel de nuestra empresa hacia otros campos de colaboración. Intentamos ayudar, comprender los problemas que nos plantean las autoridades sanitarias, y con nuestra experiencia procurar resolverlos. Lo mismo da que sean hospitales, que cualquier otro grupo social. Siempre en el convencimiento de que las medicinas son una parte de la salud, no son la salud. La salud tiene muchos aspectos y su optimización no depende, ni mucho menos, de los medicamentos sino de entender cómo cada participante puede contribuir para mejorar ese estado de bienestar.
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