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Las prácticas en empresas se reducen a la mitad en un lustro debido a la crisis

Las prácticas en empresas se reducen. Y mucho. Las empresas no quieren o no pueden hacerse cargo de tener en su día a día muchos becarios. Así de crudo y real. Si en un principio se registraron algunos datos positivos de estas ofertas en comparación con la reducción de contratos, ahora las estadísticas arrojan una realidad mucho más cruda. Solo en el programa del plan propio de prácticas de la Universidad de Granada (UGR) se ha pasado de 1.891 becarios en el año 2006 a 997 en el año 2010. Las ofertas en contratos también se ha mermado.

En cinco años las empresas han dejado de llamar al Centro de Promoción de Empleo y Prácticas de la Universidad granadina de una manera más que llamativa. Desde 2002 el crecimiento había sido continuo en el número de becarios en este programa, pero en 2007 comenzó el descenso. Ese año se registraron 1.279 becarios. En 2004 y 2005 se alcanzaron los 1.520 y 1.606 becarios, respectivamente.

En esta línea, el director del Centro de Promoción de Empleo y Prácticas de la institución universitaria, Francisco Javier Rojas, detalla cómo hasta 2007 las prácticas aumentaron en número en relación a la oferta dirigida a estudiantes. Si bien desde ese año han sido varios los factores que han influido en esta disminución. «La menor actividad económica disminuye la capacidad de las empresas de ofertar un mayor número de estudiantes en prácticas», matiza.

En este caso, desde la institución universitaria señalan cómo determinadas empresas que antes solicitaban cien o doscientos becarios, ahora no tienen ni un solo estudiante haciendo prácticas en ellas. Eso ha pasado en el sector de la construcción, pero también en otros. Así, en el sector financiero la reducción ha sido también muy importante. Las fusiones, por ejemplo, han influido de manera drástica. También se dejó de tener becarios. Hace no tanto se solicitaban cincuenta o cien becarios y el 50% eran contratados, según informan desde la Universidad, y ahora ya no.

De esta reflexión se deduce una de las consecuencias más importantes de la reducción de las prácticas en empresas. Eran un canal muy importante por el cual los universitarios podían acceder al mercado laboral y con la crisis se ha mermado de manera más que llamativa.

A plan propio -la empresa ‘pide’ los becarios a la UGR- hay que sumar las del Praem -la Consejería de Innovación subvenciona el 50%-. Estas también han disminuido. En 2007, por ejemplo, fueron 574 los becarios de este programa y en 2010 se quedaron en 414.

Sobre este comportamiento, el director Javier Rojas dice que «las titulaciones universitarias ofertan a sus estudiantes un ‘practicum’ académico cada vez más profesionalizante, mejor tutorizado y valorado por las empresas, incrementándose el número de estudiantes realizando prácticas académicas». A esto hay que sumar también «la aparición de nuevos programas que son competitivos entre sí, por ejemplo el programa ‘Experiencias Profesionales para el Empleo (EPES)’, que oferta prácticas para titulados, aumentando su número en los últimos años». En este caso, en 2010 este programa «dio cabida a 94 estudiantes con una inserción laboral del 51%», se detalla en la memoria de gestión del año citado.

Otros datos. Son diferentes, pero también son cifras gestionadas por el Centro de Promoción de Empleo y Prácticas, concretamente los del Plan de Formación Interna en centros propios de la Universidad granadina, y en este caso han participado 258 estudiantes.

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