Nueva derrota del Universidad de Granada, que entra de lleno en una inercia totalmente negativa en cuanto a resultados se refiere, ya que al último partido en Málaga llego con la plantilla muy mermada físicamente. Pero, a diferencia de partidos anteriores, la concentración y, sobre todo, el pundonor fueron la piedra de toque de un equipo que necesitaba mostrarse a sí mismo su situación real.
En Málaga desplegaron un juego de conjunto que mantuvo a su rival a raya. El equipo malagueño pudo llegar en contadas ocasiones a la portería visitante, mientras que las oportunidades del equipo granadino fueron también escasas pero peligrosas. Sólo la falta de acierto hizo que no fructificaran. El primer tiempo acabo con un empate a cero y con las universitarias muy enchufadas al partido. Marcaron los tiempos de juego pero sin demasiada eficacia en el gol.
El comienzo de la segunda mitad no cambió mucho el panorama de la primera. Hasta el minuto 4, en el que Jessi, en uno de los pocos errores granadinos defensivos, logró conectar un tiro desde fuera del área que entra en la portería universitaria.
Después de este gol el equipo universitario se vino abajo, cometió errores en defensa y en ataque, aunque poco a poco y conforme fueron pasando los minutos se fueron rehaciendo. Pero el marcador les pesó y, para colmo, Lau se lesionaba a falta de 9 minutos para el final. Poco después Elena correría con la misma suerte de su compañera y ya lesionada aguantó hasta casi el final.
Varias ocasiones
Los problemas físicos los aprovecharon las locales para tratar de ahogar la salida de la escuadra universitaria que tuvo varias oportunidades en el contragolpe de lograr el empate pero a falta de poco mas de un minuto la lesión de Elena le impedía frenar a Pepi que sola ante la portera granadina ponía el 2-0 en el marcador, acabando con este resultado el partido.
El marcador demostró la eficacia ante el marco de las malagueñas ,y también puso de manifiesto una mejoría sustancial a lo que se ha venido buscando en el Universidad de Granada, el juego de conjunto y, sobre todo, sobreponerse a las adversidades.