Las ausencias de Junta y Gobierno no empañan el Día de la Hispanidad
La ciudad de Granada celebra el Descubrimiento de América con la solemnidad de años precedentes pero con escasa presencia de ciudadanos ante la comitiva El arzobispo reclama la unidad de España como un «bien moral» a proteger
La fiesta conmemorativa del Descubrimiento de América, el Día de la Hispanidad, fue celebrada ayer de forma solemne por la ciudad de Granada con el ritual histórico propio de la ocasión y con la significativa ausencia de representantes de la Junta de Andalucía y del Gobierno de España. Ambas administraciones no excusaron su falta de delegación oficial, según la versión dada por responsables municipales a este periódico, por lo que el malestar entre los miembros de la Corporación Local por este hecho fue patente durante la recepción que compartieron con otras autoridades y con responsables de las Fuerzas Armadas.
El concejal de Relaciones Institucionales, José María Guadalupe, no ocultó su enfado por lo ocurrido y censuró sin tapujos la decisión adoptada por ambas instituciones. «No parece lógico que tanto el Gobierno de España como la Junta de Andalucía hayan faltado a estos actos y hayan mostrado así muy poco respeto por esta conmemoración del Día de la Hispanidad», señaló a IDEAL. Guadalupe aseguró también que los representantes granadinos de ambas instituciones estaban ausentes «en la ignorancia de la historia y del pasado de nuestro país», algo que en su opinión «retrata de forma nítida su forma de entender una celebración como la de ayer» y de no ser capaces de separar tal cuestión de la diatriba política del día a día.
Quienes tampoco acudieron a la cita del Doce de Octubre fueron los concejales de Izquierda Unida (IU) en el Ayuntamiento de Granada, Lola Ruiz y Manuel Morales, aunque en este caso la ausencia de los ediles de esta formación no es novedad pues nunca participan en estos actos. También faltaron a la cita algunos concejales de las filas del PSOE.
Tradición
La ausencia de unos responsables políticos y otros no restó, sin embargo, un ápice a la solemnidad de la conmemoración del Doce de Octubre. La tradicional procesión cívico-religiosa se desarrolló con normalidad absoluta, sin presencia de grupos políticos \’ultras\’, por segundo año consecutivo, y con un discreto dispositivo de seguridad por parte de la Policía Nacional que veló para que la jornada no registrara incidentes.
Los integrantes de la comitiva partieron al mediodía de la sede del Ayuntamiento de Granada hasta la Capilla Real, por las calles Reyes Católicos, Gran Vía y Oficios. Algunos balcones lucían banderas de España. Un público ciertamente escaso estuvo presente en el recorrido y muchos de estos ciudadanos eran turistas a los que sorprendió la procesión con su colorido y ritual secular.
En la comitiva ocupaba el lugar destacado que le corresponde el Estandarte Real, que era portado en esta ocasión por Néstor Fernández, concejal del PSOE. Tras el mismo, la corporación municipal y cerrando el cortejo, un destacamento militar con banda de música que custodiaba el Pendón.
Ante las puertas de la Capilla Real esperaban a la comitiva el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro; el general de brigada, Vicente Bataller en representación del teniente general jefe del MADOC y el comandante Emilio Molina, en representación del coronel de la base aérea de Armilla. Ningún otro representante de las diferentes administraciones acudió al lugar de encuentro.
Tremolación
En el interior del recinto religioso, el Pendón de Castilla pasó a manos de la concejala María Dolores de la Torre (PP), quien fue la encargada de su tremolación por tres veces completas a los sones del himno de España y con las pausas que exige el ritual. Poco después, el coro catedralicio entonó un solemne \’Te Deum\’ y a continuación las autoridades presentes depositaron una corona de laurel y un ramo de flores adornado con cintas con los colores de las banderas de España, Andalucía y Granada ante los féretros de los Reyes Católicos.
Previamente a los actos que tuvieron como escenario la Capilla Real, el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ofició una función religiosa en la Catedral en la que de nuevo reclamó la defensa de la unidad de España a la que calificó de un «bien moral» que hay que proteger. El arzobispo señaló a este respecto que «los pueblos que llevan cinco siglos juntos no se separan sin muchísimo dolor y sin heridas grandes que quedan en las vidas de las familias, como pone de manifiesto el propio fenómeno del terrorismo».
Monseñor Martínez se refirió también a la actual situación de crisis económica que vive el país. A este respecto, dijo que este es un reto a nuestra humanidad y sólo con un extra de amor y misericordia «se puede construir un mundo donde las heridas que pueda causar esta crisis no hagan demasiado daño, destrocen a la menor gente posible», por lo que «como cristianos todos tenemos la responsabilidad de ayudar».
Ofrenda
De vuelta a las calles de la ciudad, la procesión se dirigió al monumento de la Plaza de Isabel la Católica, adornada especialmente para la ocasión. Allí, el alcalde de la ciudad, el rector y el general Bataller depositaron una corona de laurel con los colores de la bandera de España a los pies de la estatua de la reina Isabel y Cristóbal Colón.
Desde ese punto enfilaron de nuevo hacia el Ayuntamiento. A las puertas del mismo y con el Pendón de Castilla presidiendo la entrada, sonaron de nuevo los himnos de Granada, Andalucía y España. El posterior desfile de las tropas militares, puso fin formalmente a los actos conmemorativos del Día de la Hispanidad.
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