RANADA
La Universidad intentará contener el abultado gasto de los móviles en sus departamentos
A. G. P. Y A. C./GRANADA
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La Universidad de Granada habla demasiado por el móvil. Así se desprende de la facturación que paga todos los meses (alrededor de 30.000 euros) en concepto de telefonía móvil de aquellos profesores que pueden hacer llamadas a cargo del erario público.
Pero sería injusto que en esta abultada factura pagasen justos por pecadores ya que si bien hay profesores que apenas usan el móvil, hay otros que deben estar todo el día con él pegado a la oreja. Ese es el caso del vicerrector de Nuevas Tecnologías Félix de Moya, que todos los meses carga a la Universidad cantidades que va desde los 800 a los 1.500 euros. En julio, por ejemplo, su teléfono fue el responsable de que a la Universidad le cargasen 1.118,37euros. En ese mes desde su vicerrectorado se hicieron 963 llamadas.
Entre los teléfonos que más gastan está el de Rafael Díaz de la Guardia, del vicerrectorado de Estudiantes y Docencia, que en junio facturó 324,49 euros. En ese mismo mes de junio, otro de los departamentos que más utilizó el móvil fue el Vicerrectorado de Programación e Infraestructura, con un gasto de 279,54 euros.
Los demás profesores están en un arco de gasto aceptable. El propio rector, David Aguilar, hizo en ese mes de junio desde el móvil un gasto de 135,9 euros. Los mismo hay que decir que hay profesores que no llegan a los diez euros de gasto.
«No es desmesurado»
La Universidad de Granada (UGR) tiene repartidos en la actualidad 750 teléfonos móviles entre la comunidad universitaria: rector, vicerrectores, personal de administración y servicios con cargos, decanos, directores de secretariado…. Según ha explicado el vicerrector de Nuevas Tecnologías de la institución universitaria y encargado de estas gestiones, Félix de Moya, el gasto «no es desmesurado, aunque deberíamos, y estamos en ellos, de tratar de contenerlo». En su opinión la gente está haciendo «un uso racional del servicio». Si bien, avanza que desde su departamento están buscando alternativas tecnológicas para que disminuya la cifra final que tienen que abonar cada mes. En esta línea, Félix de Moya dijo a este periódico que «lo que más me preocupa es la facturación global -incluyendo móviles y fijos-». Por el momento, la telefonía móvil supone el 45% del gasto total de la Universidad granadina en teléfono. Sobre la necesidad de que haya 750 teléfonos móviles y 6.000 extensiones en la UGR, el vicerrector defendió que en el momento que vivimos «para gente que tiene que viajar y moverse para trabajar es difícil que se le niegue la posibilidad de tener un móvil».
Numerosos viajes
El vicerrector de Nuevas Tecnologías es el que suma los recibos más altos, si bien él tiene una explicación para esto. Es de los vicerrectores que más viaja a otros países y por lo tanto tiene que utilizar más el teléfono en sus viajes y además con ese terminal trabaja conectado a su ordenador portátil. De Moya tiene un teléfono móvil de última generación -un UMTS- con él que se conecta a Internet y puede trabajar como cualquier persona desde una línea ADSL. Eso no es todo, el vicerrector Félix de Moya explicó que a su cuenta de móvil -y a la del resto de personal que dispone de estos aparatos en la UGR- se le cargan las llamadas que le hacen desde los fijos de la Universidad granadina. O sea, que si está en Canadá y lo llama su secretaria la llamada se carga a su cuenta de móvil. Eso es debido al sistema de trabajo de redes internas con el que funcionan en la institución universitaria. La llamada de fijo a fijo dentro de la UGR no cuestan, pero cuando llaman a un móvil corporativo sí. De Moya añadió que «esto no es una excusa sino una explicación» y recordó que «también soy vicerrector de Nuevas Tecnologías y tengo que estar conectado a la red». O sea que a la llamadas que él hace se suman las que les hacen desde los teléfonos corporativos el personal de su equipo de trabajo y a eso las conexiones a la red.
El vicerrector insistió en que están buscando soluciones tecnológicas para disminuir el gasto global y añadió que a la facturación de las llamadas se suman otras cantidades como las que deben de abonar por el mantenimiento de dos líneas submarinas para mantener la red con Ceuta y Melilla.