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La Universidad implantará el curso próximo un plan piloto que primará las prácticas sobre la teoría

La Universidad implantará el curso próximo un plan piloto que primará las prácticas sobre la teoría
Los primeros cursos de doce titulaciones pondrán en marcha los nuevos créditos ECTS, que habrán de implantarse definitivamente en 2010 El sistema experimental de educación europea afectará a unos dos mil alumnos de nuevo ingreso
M. VICTORIA COBO/GRANADA

EXPERIMENTAL. Los alumnos de primero recibirán una educación más parecida a la que se implantará en toda Europa . /IDEAL

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Más trabajos en grupo o prácticas tutorizadas y menos horas de clase. Éstos serán algunos de los cambios que se pondrán en marcha a partir del curso próximo, de forma experimental, en doce titulaciones de la Universidad de Granada. Un plan piloto de educación que servirá como entrenamiento para la implantación definitiva del Espacio Europeo de Educación Superior, que tendrá lugar en 2010, fecha para la que los centros quieren tenerlo todo listo. Esta novedad corresponde a la implantación de los créditos ECTS, unidad que no responderá ya a diez horas de clase, como hasta ahora, si no que valorará un trabajo más amplio y que permitirán la libre circulación de profesionales por toda Europa.

Las que serán

Psicología, Medicina, Enfermería, Biología, Ciencias Experimentales, Química y los magisterios de Lengua Extranjera, Educación Infantil y Educación Primaria serán las carreras que sufrirán cambios en Granada, siempre sin modificar el plan de estudios, y que afectarán a unos dos mil alumnos de nuevo ingreso.

Estas titulaciones se han adherido voluntariamente a la implantación del plan piloto, lo que demuestra el grado de compromiso de los docentes y responsables universitarios con el proyecto. Además, habrá otras tres licenciaturas más entre Ceuta y Melilla. La iniciativa se enmarca dentro del Plan Andaluz de Adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, en el que participarán otras 35 titulaciones más en Andalucía.

De momento, las actuaciones que se lleven a cabo en cada centro serán meramente experimentales, ya que hasta 2006 no se publicarán las directrices finales para adaptarse a los postulados del Decreto de Bolonia, donde se sentaron las bases del nuevo sistema. Además, los cambios en los gobiernos central y autonómico podrían retrasar un poco la adaptación.

El aprendizaje, clave

Esta revolución en las aulas no supondrá «reducir el número de horas dedicadas a la enseñanza teórica y práctica y dedicarlas a organizar distintos tipos de actividades dirigidas a los alumnos», según rezan las recomendaciones de la Junta de Andalucía. Lo fundamental será enseñar a aprender para que los alumnos sean capaces de utilizar con mayor seguridad y amplitud los conocimientos que adquieran.

Enrique Hita es el decano de la facultad de Ciencias, uno de los centros que se sumarán a esta iniciativa con tres titulaciones. «Hay que cambiar el chip. Ya no vale sólo con dar una hora de clase, sino que se tendrá en cuenta qué técnicas utiliza, qué es lo que aprende el alumno, etc.». Hita señala la importancia de la evaluación en este caso, y la asistencia individualizada. La facultad de Psicología es otra de las que se sumarán a la experiencia piloto. Su nuevo decano, Miguel Moya, señala que los profesores «deben pensar cuáles son las habilidades y destrezas que debe tener el alumno cuando salga y pensar la mejor manera para que las desarrolle».

Esta implantación de los créditos ECTS no supondrá más que un tercio de la asignatura y podrá dedicarse a trabajos dirigidos, prácticas de campo o en empresas, lecturas, preparación y realización de seminarios o cualquier otra actividad que contribuya a su formación universitaria.

En la Universidad de Granada, el director del Comisionado del Espacio Europeo de Educación Superior, Antonio Sánchez Pozo, es el responsable de este proceso. Señala que se está haciendo una encuesta a nivel europeo desde la Universidad de Murcia, viendo las necesidades de formación que tienen los profesores, uno de los protagonistas principales de estos cambios en la enseñanza. «La idea es que bien desde la Junta o desde el Gobierno central, la convergencia europea tenga un tratamiento general, y se harán programas de formación del profesorado y de información al alumnado», explica Sánchez Pozo.
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