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La Universidad está a la cola de las españolas en gasto por alumno

GRANADA
La Universidad está a la cola de las españolas en gasto por alumno
La Junta es la penúltima región, sólo delante de Extremadura, en inversión para educación superior En el lado opuesto, la UGR es de las que más fondos concursables y para investigación obtiene del país
M. VICTORIA COBO/GRANADA

COMUNIDAD UNIVERSITARIA. La UGR ha matriculado más de 57.000 alumnos este año en estudios de grado. /CELIA MONDÉJAR

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La Universidad de Granada figura entre las más pobres de las españolas si se tiene en cuenta el gasto por alumno de la institución. Una cantidad que la coloca en el furgón de cola junto al resto de las andaluzas excepto Cádiz y Córdoba. El dedo acusador que compara las entidades pertenece al Consejo de Coordinación Universitaria y el documento en el que se refleja esta particular clasificación es el informe global del Plan Nacional de Evaluación de la Calidad de las Universidades.

En esta clasificación se distinguen tres grupos resultantes de repartir los gastos corrientes entre los alumnos matriculados. Y tras la operación matemática se aprecia un pelotón de cabeza liderado por la Complutense, Autónoma de Barcelona, Pública de Navarra y algunas privadas hasta completar un grupo de trece. En el siguiente conjunto de perseguidores se situarían las de Salamanca, La Rioja, Cádiz, Córdoba y hasta catorce más, conformando el grupo más numeroso. Y en el combinado de cola aparecen el resto de las andaluzas, la de Santiago de Compostela, Murcia, A Coruña, Oviedo o Vigo, de entre las dieciséis totales. Y las diferencias entre las primeras y las últimas son notables.

Escasa ayuda pública

Para el vicerrector de Relaciones Internacionales e Institucionales, Manuel Díaz Carrillo, esto tiene una explicación clara si se contempla la inversión de la Junta de Andalucía para la educación universitaria. «Andalucía es de las últimas, sólo por delante de Extremadura», puntualiza, y añade que «como vivimos de las transferencias, pues dependemos de la Junta». Este dependencia no existe para las universidades privadas, que tienen otras fuentes de ingresos.

El apartado de las transferencias corrientes, que es el más elevado de los que contempla la Universidad de Granada, es en el actual presupuesto para 2005 de 192 millones de euros, cantidad que no llega siquiera para cubrir los gastos de personal que requieren los 82.500 alumnos con que cuenta la ciudad.

La proporción de gasto por alumno en la Universidad de Granada, sin tener en cuenta que la inversión necesaria para las carreras experimentales es más elevada, asciende a unos 2.300 euros. Una cantidad que es mucho mayor que el desembolso que realizan a principio de curso en la matrícula.

En cuanto al caso de Cádiz, que pese a vivir también de las transferencias de la Junta tiene un gasto por alumno más elevado, Díaz Carrillo explica que cuenta con unas características especiales por el alto grado de endeudamiento al que habían llegado. «Se les hizo un plan de suficiencia económica diferenciado y el resto de universidades estuvieron de acuerdo en que tuviera una inversión más fuerte».

Díaz Carrillo matiza que estar en una de las últimas posiciones en gasto contrasta con el hecho de que la UGR sea una de las que más cuenta con un mayor nivel de eficiencia si se tiene en cuenta su tamaño.

Fondos por sus méritos

Así, Díaz Carrillo apunta a que Granada está siempre en los primeros lugares a la hora de obtener financiación para la investigación, lo que la coloca siempre entre las cinco y siete primeras de España en ese apartado. «Pese a estar en ese ránking de cola que refleja el gasto presupuestario en función del tamaño, hay un nivel de eficiencia muy alto. Tenemos buena captación de fondos externos, tanto de los ministeriales como de los europeos», argumenta Díaz Carrillo.

Y de hecho, no hay más que echar un ojo a la memoria de gestión para comprobar que, efectivamente, los investigadores granadinos prácticamente se autofinancian. Ahí se reflejan las 326 becas del ministerio que disfrutan para formación otros tantos investigadores de la UGR. Además, cuentan con otro centenar concedidas por la Junta de Andalucía y a finales del pasado 2004, 274 proyectos de investigación habían logrado fondos por valor de más de 16 millones de euros para su financiación.

Todo esto equilibra la balanza y explica por qué buenos resultados con tan escaso gasto por estudiante. Y aunque no sirva de consuelo, hay que señalar que dentro del estudio nacional realizado por el Ministerio de Educación, prácticamente todas las universidades mantienen su queja por la escasez de presupuesto para la enseñanza. Una protesta que se hace más intensa en las titulaciones de enseñanzas técnicas y experimentales.

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