La Universidad celebrÛ las elecciones para elegir a sus representantes
M. V. C./GRANADA
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´Seguimos adelanteª. Se constituÌan a las nueve de la maÒana las primeras mesas electorales en la Universidad de Granada cuando sus miembros ya conocÌan la masacre de Madrid. Cruce de llamadas hacia la junta electoral central y una decisiÛn tomada de urgencia. ´El proceso electoral es muy complicado y ya est· todo listoª, justificaban. Pero en los departamentos no habÌa el habitual buen humor de una jornada de votaciones. SÛlo las ´horrorosas urnas de cartÛnª, como decÌan en Medicina, parecÌa provocar alguna sonrisa. pero acababa convirtiÈndose en mueca.
Presidentes y vocales de las mesas preguntaban a todo el que llegaba a introducir su papeleta cu·les eran las novedades. En Medicina los estudiantes no tenÌan que votar y se iban reuniendo de forma espont·nea en la entrada del edificio. A las doce del mediodÌa los miembros de las mesas se ausentaban por turnos para asistir a la concentraciÛn del mediodÌa.
Distinta intensidad
Los comicios se vivÌan con distinta intensidad. En Derecho, las asociaciones olvidaron su competencia electoral para redactar un comunicado conjunto de condena. El decano de Derecho, JosÈ MarÌa ZugaldÌa, seÒalaba que los profesores ´han subido a las tarimas y no han podido dar claseª. No se cortaban oficialmente las clases pero tampoco habÌa una actividad normal.
PolÌticas volviÛ a ser uno de los centros donde se registraba una participaciÛn m·s alta. Una de las curiosidades era la renuncia de cuatro estudiantes a presentar su candidatura. la informaciÛn aparecÌa en un folio sobre las urnas. Al parecer la iniciativa era para mostrar su rechazo a la agresiva campaÒa llevada a cabo por otras agrupaciones en la que incluso habÌan criticado a algunos miembros del decanato.
Alguna polÈmica
Pero la polÈmica no acababa ahÌ. Dos alumnas de quinto de PolÌticas, que destacaban no pertenecer a ninguna asociaciÛn, habÌan repartido un panfleto en el que acusaban a otra asociaciÛn de mentir a los estudiantes para captar su voto. SeÒalaban que habÌan prometido dos crÈditos de libre configuraciÛn por la realizaciÛn de un curso. La agrupaciÛn acusada lo desmentÌa preocupada. A pesar de todo, se jugaban su representaciÛn.
A las siete, la hora prevista para clausurar las mesas electorales, no habÌa ocurrido ninguna incidencia, m·s que la falta de protagonismo del acto electoral y alg n pequeÒo rifirrafe por la colocaciÛn de unos carteles.
Vocales y presidentes comentaban, tras pasar todo el dÌa incomunicados, que lo primero que iban a hacer al terminar el recuento serÌa intentar informarse de lo que habÌa ocurrido en Madrid, pues los datos que tenÌan a n eran confusos. El resultado que arrojaran las cajas de cartÛn se har·n p blicos en cada centro. Estos representantes ser·n los que elijan a los decanos y directores de facultades y escuelas.