«Me gusta Historia del Arte y también mucho poder venir a la Universidad». Es la valoración de Elena, que ahora en la Asociación de Síndrome de Down «estoy haciendo y aprendiendo tareas de conserje y ordenanza». Elena y otros compañeros suyos de Granadown vieron ayer en primer fila cómo su presidenta, María del Pilar López Garrido, y el rector de la Universidad de Granada (UGR), Francisco González Lodeiro, firmaban un acuerdo para que ella y otras personas con síndrome de Down puedan hacer prácticas.
Luisma, de 29 años, es otro de los jóvenes que quiere participar en estas prácticas. Ayer decía que «vengo para aprender». En la asociación ya lo están haciendo tal como cuenta Elsa, que enumera cómo les enseñan tareas de conserje y ordenanza, trabajos de auxiliar de biblioteca… y también «tenemos clases de memoria». Elena, Elsa y Luisma estaban muy contentos. Tanto como la presidenta de Granadown y la coordinadora de formación e inserción, Mari Martín, que destacaba cómo estas personas con síndrome de Down tienen mucha disponibilidad y «son muy constantes y responsables». En las prácticas que van a poder hacer los jóvenes van a contar con un mediador laboral, que les ayudará en todo momento. Estarán atendidos por personal de Granadown y de la UGR. Eso sí, sin sobreprotección, porque tal como se expuso ayer no es nada bueno ese comportamiento.
En la Universidad granadina los jóvenes que sean seleccionados para las prácticas realizarán tareas de transporte de documentos, fotocopias… y «poco a poco se les asignarán tareas de más responsabilidad». La gerencia ha seleccionado varios centros donde poder realizar las prácticas. El gerente ha sido uno de los grandes impulsores de este acuerdo, que el rector calificó como «pionero» en las universidades españolas. Acción que responde además al compromiso de la institución universitaria.
«Para mí esta es una de las acciones más importantes de las que hemos desarrollado», dijo el rector. Avanzó que la intención es ir abriendo progresivamente estos acuerdos a otras asociaciones. López Garrido subrayó también que Granadown comparte con la UGR su filosofía y metodología social y no asistencial. Lodeiro anunció que la intención es que poco a poco vayan estando en puestos de trabajo.
En relación al Proyecto Amigo, que permite a personas con síndrome de Down compartir piso con universitarios, López Garrido resaltó que están contentos de cómo se está desarrollando. En la actualidad tienen un piso tutelado en el que hay dos personas con síndrome de Down y una estudiante. El año pasado un joven con síndrome de Down compartió piso con un estudiante de Inef y, según contó la presidenta de Granadown, «le ayudó a adelgazar». Es una anécdota, pero que expresa cómo «esta posibilidad les ayuda en todos los aspectos». Otra curiosidad: se sacó la plaza en el Ayuntamiento y ya es funcionario. López subrayó que es un proyecto para que «estos jóvenes tengan más opciones».
El acuerdo de ayer es por un tiempo de tres a seis meses.