– La UGR reconoce a los mejores
Los estudiantes con los expedientes más brillantes son homenajeados por el Rectorado La Universidad entrega las medallas y menciones honoríficas a sus empleados.
LA Universidad de Granada (UGR) reconoce el trabajo de sus clientes. Sí, personal de administración y servicios, profesorado y alumnado. Fue un término muy debatido hace unos años, algunos aún continúan debatiendo y otros lo rechazan totalmente. Alumnos como los que se reunieron ayer en el Hospital Real son de los que dan alegrías a sus familias y los que permiten colocar a la institución universitaria en los puestos más elevados en los rankings de estudiantes brillantes. Son universitarios de sobresaliente y algunos de matrícula de honor. Los mejores.
Premios nacionales fin de carrera y también los, bueno en este caso las premiadas por la Junta de Andalucía al mejor expediente. Al acto de ayer asistieron veinte, pero son algunos más. Lo que ocurre es que están en otras ciudades o países completando su formación o trabajando en estudios, por ejemplo, de Arquitectura de una gran proyección. A estos chicos se los rifan.
La mayoría de los segundos, terceros y las menciones en este caso han optado por continuar su formación haciendo el doctorado. Muchos de los que estaban ayer allí como Rafael Carretero, estudió Biología y fue mención, está haciendo el doctorado en el Virgen de las Nieves. José Carlos Calvo Tudela, tercer premio de Informática; Blanca González, segundo premio en Historia del Arte; Isabel Rodríguez, tercer premio en Psicología; Coral Calvo, segundo premio de Filología Inglesa; María Jesús Barros; mención en Filología Hispánica, han elegido el camino de la formación. Todos estos universitarios están cursando el doctorado y siguen ligados a la la UGR, que ayer les reconoció su trabajo.
Teodoro Sanromán, segundo premio en Psicología, ha optado por otro futuro. Está dirigiendo un centro psicológico en Granada. No fueron los únicos estudiantes excelentes que se dieron cita ayer en el Hospital Real. Salvador Arias, Ariadna Jiménez y Carmen López también recibieron los aplausos y el reconocimiento de su Universidad. Ya habían recogido hace unos meses sus primeros premios nacionales, en este caso en Madrid, pero ayer fueron los profesores que les han dado clase, el personal de administración que les rellenó alguna matrícula y sus propios familiares los que les aplaudieron.
Salvador, Carmen y Ariadna, que ahora está en Normandía, cada uno ha elegido un camino diferente. Carmen también está haciendo el doctorado en el López Neyra y Salvador está en su primer año en el hospital tras estudiar Medicina de forma brillante, aquí en Granada. También está con el doctorado.
Durante su estancia en la UGR trabajaron mucho, atrás dejaron muchas horas de estudio, pero «al final ha merecido la pena». En un día tan importante Carmen, que habló como portavoz de los estudiantes, no se olvidó de dar las gracias a sus familiares por apoyarlos y a sus profesores por enseñarlos a ser personas y también a adquirir conocimientos. «Damos las gracias a la Universidad granadina por la calidad de su enseñanza», dijo, antes de reunirse con su familia que ayer la acompañó y aplaudió. Sus abuelos Pepe y Piedad los primeros.
Consejos
Carmen también se acordó de dar las gracias por «hacernos sentir a los estudiantes que no somos de aquí como si estuviéramos en casa». Ella es de Málaga. Y concluyó, esta joven licenciada en Farmacia con un 3,87 sobre un cuatro, lo que significa casi matrícula de honor: «Nos llevamos de aquí las mejores fiestas, amigos y un premio. Yo creo que no es mal balance».
El secreto para obtener un currículo de sobresaliente y matrícula de honor, según quienes ya lo tienen es: «Mucho trabajo, estudiar mucho, ir a clase…». Que anoten bien los que la próxima semana sabrán las notas de selectividad y dentro de unos días se matricularán en la Universidad. Los alumnos con currículos brillantes no fueron los únicos homenajeados ayer en el crucero del Hospital Real. También se recordó a los trabajadores que han fallecido recientemente, a quienes ya se jubilan y al personal que ha cumplido 25 años en la «casa» o lo que es lo mismo la UGR.
Hubo muchos homenajes y también se recordaron ayer algunas batallitas. La entrega de menciones a miembros de la comunidad universitaria fallecidos durante el pasado curso académico fue para seis y de las más emotivas. En el caso de las menciones de jubilación el listado fue amplio, hasta 84. No obstante, los que fueron más en esta ocasión estaban en el grupo de las medallas con motivo de los 25 años al servicio de la institución universitaria granadina, en concreto noventa y uno.
Muchos nombres y muchas horas de trabajo al servicio de la Universidad granadina. Ellos son la UGR. Manuel Fernández Conde habló en representación del personal de administración y servicios. Es de deportes, concretamente recordó que él empezó como estudiante y con el rugby, y su exposición la basó en las tres palabras que dice que definen este deporte y que «también puede ser una filosofía de vida: avanzar, apoyar y continuidad». Animó al equipo del Rectorado a hacer todos los esfuerzos posibles para conseguir importantes avances.
La profesora Milagros Gallo Torre fue la encargada de hablar en nombre de los docentes y de recordar que la UGR no siempre ha sido así. Veinticinco años son muchos años. Tantos como para que en un inicio de su andadura en la UGR la profesora Milagros junto a sus compañeros guardaran el pan duro para alimentar los ratones de los laboratorios o para que montaran un laboratorio en un servicio prestado. Los animales del laboratorio los trasladaban en sus propios coches y su tesis la pasó en una máquina de escribir tras pasar horas y más horas en bibliotecas. Entonces nada de buscar en google. Ahora todo es innovación, pero recordó que «para innovar hay que tener en cuenta la tradición».
Todos los homenajeados estuvieron rodeados ayer de amigos, familias y compañeros. El listado de gente que fue reconocida, unos por su servicio a la UGR durante 25 años, y otros por casi toda una vida era importante. Se jubilan muchos, entre ellos el que fuera rector de la UGR, el profesor José Vida Soria, otros como el político y profesor José Antonio Pérez Tapias recibieron la medalla de plata, junto a muchos otros profesores y personal de administración y servicios. El listado fue muy amplio, lo cerró Luis Zurita.
A todos ellos les entregaron sus medallas y diplomas el rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, acompañado, de varios vicerrectores y la secretaria general de la UGR, Rossana González. Lodeiro reconoció el trabajo y la entrega de todos y cada uno de los homenajeados ayer. A los estudiantes, principalmente, por «dar prestigio a la UGR».
Los jubilados se despidieron y los que celebraron sus bodas de plata con la UGR se puede decir casi que renovaron su compromiso de seguir trabajando para que haya más estudiantes brillantes como los premiados ayer.
Descargar