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La tumba dominicana de Colón se abrirá el 14 de febrero al equipo investigador de Lorente

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La tumba dominicana de Colón se abrirá el 14 de febrero al equipo investigador de Lorente
TATIANA RODRÍGUEZ/GRANADA

José Antonio Lorente, en su laboratorio. /G. MOLERO

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El día de San Valentín (14 de febrero) es la fecha que ha propuesto el gobierno de la República Dominicana para que los investigadores españoles puedan examinar los supuestos restos de Cristóbal Colón que se encuentran enterrados en el Faro de Colón de Santo Domingo.

Después de largas negociaciones, que han durado alrededor de dos años, con el gobierno de este país caribeño, por fin el equipo de José Antonio Lorente, director del Departamento de Identificación Genética de la Facultad de Medicina de la UGR, podrá estudiar los huesos del Almirante, tal y como han señalado fuentes próximas a la investigación.

La humedad

El viaje se prolongará dos días, desde el 14 hasta el 15 de febrero. Durante esta corta estancia de tiempo los expertos de la Universidad de Granada examinarán el estado y el tipo de los huesos existentes.

El protocolo de trabajo propuesto a las autoridades de la República Dominicana se basa en valorar el estado de conservación de los huesos, ya que se teme que la humedad y la temperatura media-alta del lugar los hayan dañado. A continuación se realizará un estudio antropológico de los mismos. Después de esta primera toma de contacto se creará una urna aislante en España, que luego se transportará a la República Dominicana, para lograr absorber la humedad y preservar mejor las piezas. Esto se hará con el objeto de que en un futuro los huesos se encuentren en un estado idóneo para poder entonces realizar el análisis genéticos de los mismos.

Según los anales más fiables y documentados, Colón fue enterrado junto a su hijo legítimo Diego (no confundir con Diego, su hermano, el que reposa en Sevilla), por lo que cabe, según especialistas, que la Historia haya deparado en este caso «un

episodio de trileros, pues parece posible e incluso probable que quienes llevaron a cabo la operación de repatriar los restos del descubridor, con la Catedral de Sevilla como destino final, se confundieran y se marcharan con los de su hijo»

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