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La tardanza en el ingreso de las becas obliga a los estudiantes a ‘pedir’ dinero

– La tardanza en el ingreso de las becas obliga a los estudiantes a pedir dinero.

Los alumnos se enfrentan año tras año a deficiencias económicas debido a un sistema que tiene «difícil arreglo».

«Cuando me han ingresado la beca, como es tan tarde, tengo que dárselo a mis padres de inmediato ya que antes me lo han estado prestando para poder continuar mi carrera». Hace menos de tres semanas que le entregaron el dinero de la beca del Ministerio de Educación. Se llama Ana Herrero, estudiante de Filología Inglesa en la Universidad de Granada (UGR), pero no es la única que debe pedir dinero a sus familiares o trabajar para poder estudiar a pesar de tener la beca de la Administración que es la más cuantiosa que se otorga. A poco más de dos meses para que termine el curso hay alumnos a los que aún no les han ingresado la ayuda económica.

Ana también ha trabajado algunos años para poder afrontar los gastos de alquiler, fotocopias… y reconoce que va bastante apretada económicamente durante casi todo el curso debido a esta tardanza. Por eso, Ana destaca la necesidad de que las becas se ingresen antes, «por lo menos en el mes de enero o diciembre». María José Cerdán, estudiante de Magisterio en la UGR, también le pide dinero a sus padres, aunque ella no se lo devuelve. Es de Alicante y al contrario que Ana cuando llega la beca se la queda toda. A ella no le han ingresado este año aún ni un sólo euro, porque le han vuelto a pedir más papeles y aclaraciones. O sea, que María José no sabe si al final se la concederán como en años anteriores.

Los préstamos

Ana y María José son sólo dos ejemplos de los cientos de alumnos que deben hacer frente a estos apuros económicos. Algunos deben enrolarse incluso en préstamos bancarios. Si bien, esta figura es más común entre los universitarios que se apuntan a algún máster o curso de experto, que cuestan entre los 1.200 o los 3.000 euros. Las becas del Ministerio a los estudiantes de grado, dependiendo de si se concede la compensatoria, desplazamiento, sólo matrícula… es bastante variada, aunque puede superar los 3.500 euros. Son bastante suculentas y a los estudiantes les ayuda a completar casi todo el calendario de gastos del año.

Las posibilidades de que esta difícil situación se solucione son escasas. Así lo explica la directora del Secretariado de Becas de la Universidad granadina, Esther Viseras, que detalla el amplio proceso que debe pasar cada solicitud hasta que se aprueba. Los alumnos tienen de plazo hasta finales de octubre para pedir la beca, después el centro debe remitirlas al Servicio de Becas de la UGR, sus funcionarios revisar los datos académicos y de patrimonio, acto seguido las envían al Ministerio, éste lo remite a la Agencia Tributaria y después se contesta. Toda una telaraña. En el Servicio de Becas se han recibido este año unas 18.000 solicitudes, sólo de becas del MEC, y a éstas hay que sumar las propias y otras convocatorias. Los funcionarios no paran, pero debido a lo prolijo del trabajo -se debe revisar una por una- no se puede ir más rápido.

En este sentido, Viseras admite que es casi inevitable esta demora. Además, defiende el gran trabajo que se hace en su departamento, que por otra parte este año ha creado un sitio web para consultas y cada vez que hay colas refuerza la atención a los universitarios que tienen dudas y problemas.
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