CARTAS
La retirada de seminaristas de la Facultad de Teología
Por la Asociación de Amigos de la Facultad de Teología de Granada, su presidente: Fernando López Gómez/
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Sr. Director IDEAL: Le agradecería tuviera la amabilidad de publicar en su periódico la siguiente carta:
La Asociación de Amigos de la Facultad de Teología de Granada en Asamblea Ordinaria celebrada el pasado día 20 de noviembre de 2006, acordó por unanimidad expresar públicamente lo siguiente, en relación con la retirada por el Sr. Arzobispo D. Francisco Javier Martínez de los seminaristas de la Diócesis de Granada, que venían cursando sus estudios en la Facultad:
1º.- Respetamos y aceptamos cualquier decisión que adopte el Sr. Arzobispo, pues entendemos que, respondiendo a la responsabilidad de su cargo, debe y puede tomar las decisiones que considere oportunas, para, según su criterio, gobernar la Diócesis a su cargo y en concreto determinar la orientación formativa de los seminaristas.
2º.- Nos resulta sorprendente la forma de hacerlo, y la ambigüedad de los motivos aducidos. En concreto cuando piensa así podrá responder mejor a la situación de la diócesis en el contexto cultural actual en que vive la Iglesia española.
3º.- Nuestra Facultad de Teología, fundada por la Compañía de Jesús, goza de prestigio y reconocimiento a nivel nacional e internacional, alcanzado a lo largo de su centenaria historia. Su reconocido profesorado es solicitado desde distintos puntos del mundo para transmitir sus conocimientos, y siempre ha estado y está al servicio de la Iglesia de Granada, colaborando en muchos de sus distintos movimientos, asociaciones y grupos de seglares.
4º.- La Facultad depende de la Santa Sede, y está ligada por un convenio especial con la Universidad de Granada. A sus aulas acuden seminaristas, miembros de distintas congregaciones religiosas de España y del extranjero y un considerable numero de laicos.
5º.- Precisamente la razón de ser de esta Asociación de Amigos de la Facultad de Teología de Granada es potenciar el conocimiento de la misma y su relación con nuestra Iglesia y nuestra sociedad, apostando por el diálogo sincero y abierto entre todos los que formamos la Iglesia.
Cordialmente.