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«La genética ha sido un gran avance para el tratamiento de la depresión»

– «La genética ha sido un gran avance para el tratamiento de la depresión»
El especialista Peter McGuffin estudia qué factores influyen en los trastornos mentales y cómo medicarlos

El profesor Peter McGuffin es miembro del Institute of Psyquiatry del Kings College de Londres. Psiquiatra y el mayor experto en Europa en Farmacogenética es el autor del famoso estudio GENDEP, según el cual al detectar la variabilidad genética de un paciente se puede pronosticar la mejor o peor respuesta a los fármacos y los posibles efectos secundarios que va a sufrir el enfermo. McGuffin ha visitado Granada, junto a 250 expertos en psiquiatría provenientes de toda Europa, que se han dado cita en la ciudad con motivo de unas jornadas profesionales celebradas en la Facultad de Medicina de la Universidad, en las que los principales temas abordados han sido, entre otros, la psicosis, la depresión y la neurociencia aplicadas a la psiquiatría.

Enfermedad común

La depresión es uno de los trastornos más importantes que se pueden abordar cuando se trata de desórdenes mentales. Denominada también trastorno depresivo es una enfermedad que afecta, por un lado, al estado de ánimo y, por otro, a una serie de funciones vitales como la regulación del sueño o la concentración. Las alteraciones mentales son demasiado frecuentes en la población, según un estudio reciente de la UGR. La ansiedad y la depresión de intensidad leve o moderada afectan a cerca del 27% de la población.

«Es importante para los profesionales de la psiquiatría la existencia de una colaboración mutua en los estudios que llevamos a cabo, tal y como lo estamos haciendo con la Universidad de Granada, que está desempeñando una intensa investigación en el campo de la genética», afirma Peter McGuffin. Sin duda es una de las herramientas que permiten el avance médico, y en concreto el tratamiento de la depresión, una enfermedad que cada vez está más generalizada.

McGuffin asevera que la figura del psiquiatra está adquiriendo mayor importancia en la medicina actual. El experto en Farmacogenética comenta que «el número de profesionales de la psiquiatría es cada vez mayor en Europa. En los últimos cien años la cifra ha aumentado considerablemente, un hecho que ha permitido que haya muchos avances en todos los campos de la psiquiatría». «Pero los grandes hallazgos en la especialidad de la salud mental -añade- tuvieron lugar a mediados del siglo XX, momento en el que se produjo un punto de inflexión en la materia, porque sufrió una gran influencia del psicoanálisis. Una aportación muy seductora y atractiva pero que no fue suficiente».

El profesor indica que a pesar de la importancia y eficacia del desarrollo de los conocimientos sobre la psicología de la mente, no consiguieron hacer que el estado de los enfermos mejorase de la forma en la que lo hacen los tratamientos farmacológicos. «Una de las prácticas que utilizamos es la medicación del paciente para controlar su comportamiento. Es una de las mejores vías para vencer la enfermedad, aunque todavía queda mucho por avanzar en el estudio de los tratamientos antidepresivos», indica.

Ignorancia y mitificación

Hay muchas personas que todavía se muestran reacias a acudir a un psiquiatra cuando sienten que sufren algún tipo de trastorno mental. Y es que en el siglo XXI, «la ignorancia y la mitificación hacen que las enfermedades de la mente se encuentren estigmatizadas. Es fácil comunicarle a un paciente que tiene una enfermedad cardíaca, porque todo el mundo sabe de lo que estás hablando. Pero si por el contrario tienes que transmitirle que padece depresión, entran en shock, no alcanzan a entender qué les está pasando. Aunque afortunadamente cada vez existe una conciencia mayor sobre el hecho de que la depresión es como cualquier otra enfermedad», afirma el psiquiatra.

El profesor McGuffin reconoce que el tratamiento de los trastornos depresivos «consiste en mucho más que una simple pastilla. Es una de nuestras limitaciones, porque una enfermedad mental es mucho más complicada de tratar que una afección del corazón o del hígado». Y quizás la farmacogenética sea la clave.
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