– La falta de dinero y los suspensos dejan a muchos estudiantes sin vacaciones
Los viajes para perfeccionar idiomas y los cursos, alternativas con demanda Un grupo de jóvenes explica a qué dedicará su tiempo los próximos meses
TRABAJO todo el verano. Los meses de julio, agosto y septiembre estaré en una cafetería de Las Gabias. El tiempo que me quede lo dedicaré a estudiar para presentarme en septiembre a lo que me quede ahora y, además, buscaré algún hueco para ir a Málaga y Almería a la playa y visitar a mi familia». Esta es la repleta agenda de Salvador Torres, alumno de segundo de Trabajo Social en la Universidad de Granada (UGR). El verano no es para él sinónimo de vacaciones tumbado a la bartola tomando el sol. Todo lo contrario, es época de ganar algún dinero para pagarse la matrícula en la Universidad y darse algún capricho.
Salvador no es el único, la falta de dinero deja a más de un joven sin vacaciones. Es el caso de Alejandro Fuentes, estudiante de Óptica, que de lunes a viernes durante julio y agosto cambiará las clases de la UGR por el campo. Tiene que trabajar para pagarse después su estancia en la capital de la Alhambra. Es de un pueblo de Jaén, Garcíez, y trabajará en el campo. Si bien, dice que se permitirá alguna escapada a la playa y más de una fiesta. Alejandro no tendrá que estudiar porque espera aprobarlo todo.
Dónde pedir trabajo
El sector de la hostelería es en el que desembarcan la mayoría de estos jóvenes que en verano cambian los libros por las bandejas, la bayeta… Y también de los que no están estudiando, pero no tienen trabajo. Los que estén buscando trabajo pueden consultar las ofertas de las oficinas de la Administración autonómica y también pueden pedir asesoramiento en centros como Arca empleo -Avenida de Murcia- e incluso en el Centro de Empleo y Prácticas de la Universidad granadina. Las empresas de trabajo temporal también están abiertas, no cierran por vacaciones.
Los chicos y chicas que sí están estudiando y han suspendido también tendrá pocas vacaciones. Aunque parezca que no, terminan los exámenes pasado el día diez de julio y no se pueden estar mucho tiempo sin volver a sentarse a estudiar porque las semanas pasan volando. Inmaculada Romera, alumna de segundo de Trabajo Social, ya se ha hecho a la idea. Ella se quedará en Granada y, aunque hará alguna escapada a la playa se dedicará a hincar los codos. No obstante, anota que le gustaría que hubiera una mayor oferta de actividades y ayudas para poder participar en cursos de perfeccionamiento de idiomas en el extranjero o viajar más barato.
Los suspensos acumulados también llevan a que muchos alumnos llenen las aulas de las academias. Necesitan a alguien que les eche una mano. Unos se apuntan nada más terminar los exámenes y otros esperan a agosto.
Si bien, no todos los jóvenes estudian en academias para aprobar exámenes, la época estival es aprovechada por muchos jóvenes para viajar al extranjero para perfeccionar sus idiomas. Unos con programas y becas -Instituto Andaluz de la Juventud, Ministerio de Educación o Consejería de Educación son algunos de los precursores de estos programas- y otros sin ellas. Sara Sánchez, alumna de Óptica, se irá tres semanas a Malta con una beca del Ministerio a estudiar inglés. También trabajará antes y después de viajar en su pueblo -Villanueva Mesia- dando cursos de natación en su pueblo.
Mª Cruz Ruiz-Rico también aprovechará el verano para viajar y estudiar inglés. También lo hará a Malta, pero con su hermana y un amigo y sin ayuda de la Administración ni ningún programa público. Dice que debería haber más becas.
Créditos y solidaridad
Mª Cruz pasará el resto del verano en Almuñécar, donde veranea. Aprovechará su estancia en la costa para apuntarse a un curso del Centro Mediterráneo. No parará en todo el verano y espera no tener que estudiar. Marta Flores, alumna de Derecho, sí tendrá que estudiar, pero tendrá unas vacaciones bastante viajeras. Hará el curso en Almuñécar, estará en Madrid, Almería, Torre del Mar… También se apuntará a un curso del Centro Mediterráneo, y pide una mayor oferta para poder «conseguir más créditos de libre configuración».
Muchos estudiantes aprovechan estos días para apuntarse a cursos de verano. En la UGR sólo se ofertan a través del Centro Mediterráneo, pero en el resto de instituciones andaluzas hay una amplia oferta. Los jóvenes que no hayan decidido aún qué van a hacer, le pueden echar un vistazo a la oferta de viajes y de campos de trabajo que publicita el Instituto de la Juventud, la oferta del Ayuntamiento y también la de la Diputación granadina para adolescentes y veinteañeros.
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