Inicio / Historico

La dramaturga Gracia Morales se lleva el SGAE de teatro infantil

La dramaturga Gracia Morales (Motril, Granada, 1973) ha obtenido el XII Premio SGAE de Teatro Infantil, dotado con 8.000 euros, por ‘De aventuras’, una obra que narra la relación entre el protagonista de un cuento y su creador.
Morales, cuyo premio incluye la publicación del texto en la colección Serie de Teatro Infantil y Juvenil Sopa de Libros (Anaya-SGAE), se ha alzado ganadora entre 35 candidatos, de los que cinco pasaron a la final. El jurado de esta categoría ha estado formado por Moncada, los autores Ignacio García May y Gonzalo Salazar-Simpson, Pablo Cruz, en representación de Anaya, y Óscar Millares, como responsable del área de Artes Escénicas de la Fundación Autor, en calidad de secretario, el mismo papel que ha desempeñado en el de Teatro.
Gracia Morales, doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, donde imparte clases de Literatura Hispanoamericana y Española, es dramaturga y cofundadora de la compañía granadina Remiendo Teatro, y en ocasiones ha sido actriz y ayudante de dirección.
Su obra ya ha sido reconocida con el Premio Marqués de Bradomín (2000), Premio Internacional de Teatro Breve Fundación Ciudad de Requena (2000), Premio Miguel Romero Esteo para jóvenes autores andaluces (2003) y XVII Premio SGAE de Teatro (2008) y es autora, entre otras, de ‘Vistas a la luna’, ‘Un horizonte amarillo en los ojos’ y ‘Entre puertas y paredes-Arquitectura de una vecindad’.
Gracia Morales se mostró «muy contenta» con este premio, «porque es un ámbito en el que no había escrito mucho y tiene unos códigos diferentes al teatro de adultos, que es el que frecuento en mi escritura».
‘De aventuras’ relata la relación entre una niña, Aidú, personaje de un cuento que consigue entablar a amistad con su creador, un dibujante que «se encuentra en una silla de ruedas y que no tiene ganas de vivir», comenta Morales. «La niña salta del cuento a la realidad a través del mundo de los sueños, en el que consigue hablar con el ilustrador», añade la dramaturga motrileña.
Lo que ha pretendido relatar Gracia Morales en esta obra galardonada con el SGAE es «una historia de superación personal, la del dibujante que consigue sobreponerse a su situación, y de libertad, porque la niña, gracias a convertirse en un personaje real, se libera de su creador y dibujante».
Gracia estima que se vive «un buen momento para el teatro infantil, donde predomina una gran calidad, pero no todo lo que se presenta es así». Uno de los aspectos que más molesta del actual teatro infantil a la creadora granadina es que «hay obras destinadas a los niños que los trata como si fueran tontos y que no tienen calidad alguna». Morales considera que «el teatro infantil, como cualquier otro, debe tener en cuenta los valores artísticos de una obra y no hacer cualquier cosa para contentar a los más pequeños».
No cree que esté poco valorado este teatro, «aunque hay quienes lo consideran un género menor». La autora señala que «escribir para niños es difícil, porque estamos ante un público sincero y es difícil no hablarles como si fueran tontos, pero creo que este género cada vez está más considerado».