La cultura pasa a la acción
Lo de recopilar cuadros de un artista y exponerlos en un museo está pasado de moda, por mucho que el creador milite en la vanguardista o en la abstracción. La cultura, por lo menos el Centro José Guerrero, debe pasar a la acción. Así lo creen los gestores del espacio granadino, que abre hoy sus puertas con \’Transductores\’: paneles, fotografías, vídeos y material gráfico que dan a conocer 13 proyectos reales ubicados en diferentes ciudades del mundo y realizados por personas vinculadas al arte y al cambio social.
Una performance musical para denunciar la demolición en Dublín (Irlanda) de viviendas sociales o un equipo de investigación en La Plata (Argentina) para esclarecer un derrame de hidrocarburos son ejemplos de iniciativas exhibidas.
En el museo se han levantado paredes de colores, en cada sala se explica un proyecto de reciclaje, salud, basuras, energías limpias, el concepto de ciudadanía o la regeneración urbana, entre otros. Detrás se esconden educadores y estudiantes, mujeres, ecologistas, arquitectos, artistas y científicos de plataformas internacionales y dispares con un objetivo: ser un revulsivo local y construir políticas más democráticas.
«Demostrar que el arte debe ser compromiso y pedagogía -apostilló Javier Rodrigo, comisario de la iniciativa junto a Antonio Collado- es nuestra misión». Ambos son miembros de Aulabierta, un grupo vinculado a la Universidad de Granada. Ellos exhiben en el José Guerrero \’Aulagarden\’, la construcción y mantenimiento de un jardín dentro de la universidad a manos de los propios estudiantes.
Acceso gratuito
Mientras dure \’Transductores\’ -se clausura el 14 de febrero- el acceso al museo será gratuito (costaba un euro). Entre otras cosas, se requieren varias visitas para entender este entramado de conocimiento que no ofrece recreación estética alguna y no complacerá a los visitantes navideños ávidos de arte contemplativo en estado sólido. La \’no exposición\’ está rematada en la tercera planta por un Laboratorio Pedagógico donde cientos de visitantes convocados pintarán los mapas subjetivos de su pueblo -qué entienden como más importante en sus localidades- para luego analizar la información e intercambiar experiencias.
Yolanda Romero, directora del Guerrero, señaló que busca un público local «agente», no pasivo para crear vínculos. «Estamos ante el proyecto más ambicioso de los últimos años. Reivindicamos un museo como servicio público», espetó. \’Transductores\’ llega a su tercera fase tras superar una etapa de investigación y otra de cursos al profesorado. En 2010, el grupo universitario Aulabierta tratará de trasladar a distintos puntos de la provincia sus resultados, además de itinerar un archivo móvil que acompaña al proyecto
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