El próximo sábado saldrá a escena el Coro de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada
El próximo sábado, 20 de noviembre, termina la programación cultural organizada por el Ayuntamiento de Píñar en el presente año, en el espacio escénico de la Cueva de las Ventanas, ubicado en una sima de veinte metros de profundidad, cuyo único arquitecto ha sido la acción del agua sobre la roca caliza a lo largo de millones de años.
En el mismo horario en que han comenzado todas las actuaciones de 2010, a las 20.00 horas, saldrá a escena el Coro de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada, para interpretar un completo programa de todas las épocas, con piezas corales que van desde la Edad Media hasta nuestros días.
El concierto promete espectacularidad gracias a la fusión entre las voces perfectamente orquestadas, el entorno natural en el que se producirá, y el juego de luces tipo LED que hacen de cada actuación un evento único, como han tenido ocasión de comprobar los centenares de espectadores que han tenido los conciertos de 2010.
Unos conciertos de lo más variado, que se han celebrado un sábado de cada mes, y que comenzaron en marzo, con saetas por Semana Santa, a cargo de la reconocida y premiada cantaora granadina Ana Mochón. Después vendrían el impresionante montaje sonoro de percusiones ofrecido por el Dúo Mintaka, de música japonesa; el evocador y pintoresco concierto ejecutado por La Tricotea, de música medieval y renacentista –empleando oboes barrocos, entre otros instrumentos-; la actuación de guitarra clásica y flamenca del Dúo Komarex; el diálogo entre la flauta de Beltrán Sánchez y el piano de José Guerrero; la compañía de flamenco de Fran Vílchez, la soprano Pilar Gil y, ya en octubre, el Trío Alla Breve, de flauta, violín y violonchelo, que realizaron un repaso a piezas populares clásicas y contemporáneas, desde Mozart a Ennio Morricone.
Sin duda, la actuación más recordada de este 2010 que llega a su fin, será la de la compañía de flamenco de Fran Vílchez: las doscientas localidades del auditorio se llenaron el 21 de agosto, para la puesta en escena de «En mis adentros», de una duración inicial de una hora, que se prolongó media hora más, después de que la compañía recibiese el calor del público, que asistió entusiasmado al espectáculo.