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Jóvenes y muy capacitados

Jóvenes y muy capacitados

Un cromosoma más, eso es lo que los hace diferentes del resto de las personas. Quienes padecen el Síndrome de Down tienen los mismos sentimientos, ilusiones y metas que cualquier otro ciudadano. Y aunque el panorama laboral para ellos se muestre cada vez más optimista, aún es mucha la distancia que hay que recorrer para igualar las oportunidades de trabajo de este colectivo frente a las que poseen el resto de ciudadanos.
Una asignatura pendiente de toda la sociedad que Izaskun Buelta, una dependienta madrileña con Síndrome de Down, se encargó de recordar al presidente del Gobierno en el último programa de Televisión Española \’Tengo una pregunta para usted\’. Esta chica le expresó a Zapatero su deseo de poder trabajar en la administración, y concretamente, le preguntó: «¿Por qué en el Congreso de los Diputados no se ve a ninguna persona con Síndrome de Down trabajando?».
En Granada, salvo el Ayuntamiento de la capital, de momento ninguna administración ofrece plazas fijas a personas con esta discapacidad. Organismos como la Junta de Andalucía o la Diputación, únicamente ofertan puestos de empleo temporal o de prácticas. Algo contra lo que viene luchando, entre otras cosas, la Asociación Síndrome de Down \’Granadown\’, en su carrera por fomentar la contratación de discapacitados, así como su integración laboral y social.
Actualmente, en esta asociación hay 43 jóvenes y adultos en edad de trabajar, de ellos, 19 ya tienen un empleo, y el resto esperan su oportunidad realizando cursos de formación específicos que les ayude a encontrar un trabajo. De los que ya se encuentran trabajando, ocho lo hacen en el Consistorio granadino, y tres de ellos ya son funcionarios. Los demás son interinos o temporales, pero saben que podrán tener la oportunidad de acceder a una plaza fija en este organismo mediante la próxima convocatoria de concurso-oposición, con pruebas adaptadas especialmente para ellos.
Una situación que, como explica María Matilla, gerente de Granadown, «no se repite en el resto de administraciones, que deberían tomar ejemplo del Ayuntamiento de Granada, pionero en ofertar este tipo de puestos y que pronto cumplirá su tercera convocatoria de oposiciones para colectivos especiales».
Gran porcentaje
Según Matilla, «el porcentaje de adultos y jóvenes que tenemos en proceso de inserción laboral es muy alto, pues supone casi la mitad de todos los que hay en el centro en edad de trabajar». Sin embargo, añade, «si la situación social es difícil para cualquier desempleado, no lo es menos para los discapacitados; pues antes venían las empresas a la asociación para buscar empleados, y ahora ya no quieren contratar porque están despidiendo a gente».
Pero la situación va camino de empeorar, según Matilla. «A los jóvenes que aún se están formando en la asociación, está a punto de unirse una cantera de personas que ha recibido otro tipo de educación debido a los avances y a un mayor conocimiento del Síndrome de Down; son chicos más preparados, que han estudiado en un colegio normal, que se han integrado perfectamente, que se desplazan con autonomía y que apenas necesitan otra formación para encontrar empleo, por lo que dentro de poco habrá, aproximadamente, unas cincuenta personas en la asociación listas para trabajar».
En su opinión, lo que ha hecho el Ayuntamiento «debe servir de ejemplo para otras instituciones, y queremos darle a esta iniciativa la máxima difusión». De momento, uno de los frentes que Granadadown mantiene abiertos es con la Universidad de Granada, «hasta ahora, los chicos sólo han podido hacer prácticas aquí, pero sin ningún tipo de contratación posterior, y creo que en los diferentes departamentos de la UGR hay cientos de puestos que alguien con Síndrome de Down podría ocupar, por lo que pedimos que les abran las puertas a personas con discapacidad», expresa Matilla.
Empresas
Carrefour, Caja Rural, CajaGranada o Alsina Graells, entre otras, son las empresas que en Granada tienen contratadas a personas con Síndrome de Down de forma temporal, indefinida o en prácticas. «Todos los empresarios que ha trabajado con nosotros se muestran muy satisfechos, y desde la asociación intentamos que sus opiniones lleguen hasta los oídos de otros empresarios, para que se difunda nuestra labor y para que ellos mismos estén seguros de dar el paso de contratar a discapacitados», afirma Matilla.
Por ley, todas las empresas con más de cincuenta trabajadores están obligadas a que un dos por ciento de la plantilla sean personas discapacitadas. Pero esto, casi nunca se hace realidad: «Muchas entidades no suelen cumplir con la legalidad y la sanción es irrisoria. Por número de trabajadores, la Administración es la que está más obligada a contratar a personas con alguna minusvalía, y salvo el Ayuntamiento, ninguna prevé la creación de plazas fijas para colectivos como el del Síndrome de Down», concluye Matilla.
Preparación
Mientras les llega la oportunidad de trabajar, en Granadown hay 24 personas que se reparten entre un curso de Formación Profesional de Serigrafía, y otro propio de la asociación de Auxiliar de Tareas Administrativas. Se preparan para que el día de mañana puedan acceder más fácilmente a un empleo.
Cuando lo encuentren, les espera un proceso de adaptación. «Comienzan de prácticas, y si transcurrido ese periodo, la empresa y el trabajador están satisfechos, se procede a la contratación. El trabajador se incorpora entonces a la empresa con un preparador laboral, que le enseña habilidades en el trabajo, y cómo relacionarse con sus compañeros. Esta figura no desaparece, sino que realiza un seguimiento del chico y se muestra a disposición del empresario, para cualquier cosa que necesite», afirma Matilla.
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